¿Cómo hacer un voluntariado sin gastar mucho dinero?

Uno de los motivos por el que mucha de las personas eligen hacer un voluntariado es, además de vivir una experiencia única, poder viajar de una manera low cost.  Sin embargo, en algunos lugares te cobran cientos de dólares para poder vivir la experiencia. 

Es por eso que hoy quiero contarte sobre mi experiencia y el cómo he hecho voluntariados en diferentes países gastando muy poco. 

¿Cómo hacer un voluntariado sin gastar mucho dinero?

Lo primero es conocer sobre la plataforma de Worldpackers, que te pone en contacto con cientos de oportunidades alrededor del mundo, para intercambiar tus habilidades por alojamiento y comida. 

¿Cómo funciona Worldpackers? En este video te explicamos mejor:

Este tipo de voluntariado nos permite ahorrar en el hospedaje, ya que es lo que recibimos a cambio de nuestro trabajo y en varias ocasiones, nos permite ahorrar también en comida, ya que el host nos ofrece también, además de un techo, desayuno almuerzo y/o cena.

Por otro lado, al ser los voluntariados experiencias que tienen una duración por lo general, mayor a dos semanas, experimentamos una suerte de sedentarismo nómade, en donde paramos de viajar dentro de nuestro gran viaje, por un tiempito y esto nos permite obviamente ahorrar en transporte.

Pero no siempre todo sale como lo calculamos y varias veces podemos encontrarnos en la situación que, por más que estemos haciendo un voluntariado, nuestra billetera se vacía más rápido de lo pensado.

 ¿Cómo hacemos para evitar gastar mucho dinero haciendo un voluntariado?

Movernos únicamente cuando el voluntariado esté confirmado:

No cometas el pecado de ser ansioso. Es entendible, pero intenta evitarlo.

A ver. Mandaste varias aplicaciones y después de tanto esperar, alguien te responde preguntándote más al respecto e interesándose en tus posibles fechas de llegada. La excitación te sobrepasa, entras a Internet y sacas un pasaje a la ciudad del voluntariado para estar disponible cuanto antes para empezar con las actividades. 

Cuando tenes el pasaje en tus manos y estás camino al aeropuerto, te llega un mensaje del host diciéndote que quieres que seas voluntario en su hostel (por dar un ejemplo) pero que recién se libera un cupo en tres semanas. ¿Y ahora?

La plata que ahorras en hospedaje durante el tiempo que hagas el voluntariado, vas a gastarla en esas tres semanas en la ciudad donde tenes que ir. Incluso, muchas veces al ser ciudades pequeñas no cuentan con tanta oferta hotelera y lo que hay no se ajusta al presupuesto mochilero. Y no es solo hospedaje. Es también, por ejemplo, comida o gastos de la vida diaria.

Un simple exceso de ansiedad puede ser determinante en nuestro viaje y por eso, tenemos que ser fríos, pensantes y calmos. Esperemos hasta tener la confirmación final de nuestro host, con una fecha de llegada determinada. De esta manera no puede haber lugar a confusión. Yendo un poco más lejos, ¿qué pasaría si sacas el pasaje del que hablamos antes y el host te dice que finalmente eligió a otro voluntario?

A veces deseamos mucho que las cosas pasen y la ansiedad nos puede jugar una mala pasada. En serio, es entendible. Pero para poder mantenernos en la ruta por mucho tiempo, hay que ser inteligentes y pensar hasta en el más mínimo detalle. Paciencia.

 Si es tu primer voluntariado, no dejes de leer estos 10 consejos antes de hacer tu primer voluntariado.

Atento a las visas:

Voluntariados hay miles y, por suerte, repartidos en todo el mundo. Tenemos la dicha de poder vivir experiencias como éstas en cualquier rincón del planeta. Que placer, ¿no? Pero como sabrán, entrar a un país no siempre es tan fácil como parece.

 A veces los países de destino tienen requisitos de lo más variados para acceder a él. En algunas ocasiones se nos otorga una visa de turismo de manera automática y sin costo alguno. Pero en otros países, la visa hay que tramitarla con anterioridad y, además, hay que pagar un monto fijo por la misma. Y no siempre este monto es barato.

Es solo cuestión de averiguar con anterioridad. ¿Qué pasa si no investigamos y volamos a un país donde nos piden una visa de turista sacada con anterioridad? Nuestro viaje arranca con el pie izquierdo por un motivo que se podría haber evitado tranquilamente, ¿no?

Supongamos que venimos viajando hace ya largo rato y nuestro presupuesto mochilero es bastante acotado. Necesitamos un voluntariado para, además de contagiarnos de buenas energías y vibras, poder parar un poco y aliviar el bolsillo.

 Estamos entre dos posibles opciones. Ambas nos gustan y nos motivan. No averiguamos el tema de las visas y elegimos la opción en donde para entrar al país, hay que pagar una visa de, digamos 50 dólares americanos. ¿Y ahora?

 Con una simple investigación previa hubiéramos sabido los requisitos de la visa en los distintos países y podríamos haber elegido el destino en donde no teníamos que abonar nada para ingresar al país.

Puede ser tedioso, pero a veces hay que ser bastante detallista.

Armate un presupuesto o una hoja de gastos:

Los voluntariados nos permiten ahorrar bastante pero siempre algo de plata se gasta. Y por sobre todo, no recibimos ningún ingreso económico. Por lo tanto, tener armado un presupuesto con la plata que podemos gastar por día o por semana es una idea muy útil. 

Aunque a veces puede ser exasperante tener que documentar todo en un archivo Excel, al final de la semana nos va a ser muy útil para saber en qué gastamos la plata, quégastos fueron necesarios y cuáles pudimos evitar. Por ejemplo saber si un supermercado fue más caro de lo pensado o si esas cervezas en el bar de la esquina pueden, o no, ser algo de todos los días.

¿Cómo armar el presupuesto antes de empezar mi voluntariado?

Supongamos que creamos un archivo Excel en la nube en donde documentamos todos nuestros gastos. Estos gastos tienen que incluir además del gasto diario, gastos del estilo visados o transporte del aeropuerto al lugar del voluntariado.

 Capaz suene trivial pero como mencionamos antes, pagar una visa de entrada al país donde es el voluntariado nos puede afectar el presupuesto diario. Si una visa vale 60 dólares americanos, eso quiere decir que en un período de un mes, tenemos un gasto fijo de dos dólares por día. Es decir que desde el vamos, ya arrancamos dos dólares abajo. Capaz suene poco, pero dos dólares por acá, tres dólares por allá, y nuestro bolsillo va a empezar a quejarse. Te dijimos. Todo reside en los detalles.

Buscar un trabajo a medio tiempo o emprender:

Capaz nos lleve un tiempito, pero va a llegar un momento donde encajamos a la perfección en nuestro voluntariado. Vamos a estar familiarizados con las tareas. Vamos a manejar nuestros tiempos de una manera acorde y vamos a sentirnos finalmente cómodos.

En caso que nos queramos quedar un tiempo más en el voluntariado pero que también busquemos alguna manera de generar ingresos, no es una mala idea salir a recorrer la ciudad donde estemos y buscar trabajos de media jornada.

 Algo que no sea desgastante, que nos permita combinarlo con nuestras actividades en el voluntariado, que nos de la chance de tener un rato libre para nosotros y que nos permita ahorrar algo de plata. 

Capaz no es un sueldo muy alto el que recibimos pero esa plata nos puede ayudar a costear los gastos de comida y por qué no, ahorrar plata para pagarnos el pasaje al siguiente destino. En la vida del viajero, todo centavo ahorrado es centavo que se usa para otra guerra.

Y, si tu mente es de esas que vuelan en creatividad y que no se quedan quietas, por qué no empezar a pensar posibles emprendimientos mientras estés desarrollando el voluntariado. En tus ratos libres puedes sentarte en tu computadora, o con una libreta en el café del barrio, y pensar diferentes maneras de generar ingresos.

Hoy en día, con Internet al alcance de la mano, no hay excusas y todo es posible. Hay muchos sitios web para poder hacer cursos online y muchas maneras de posicionarnos en la web. Es todo cuestión de perseverancia.

Se imaginativo:

Hay gastos que sin duda, se pueden ahorrar si ponemos a trabajar nuestra imaginación.

Muchas veces vivimos en ciudades no tan grandes en donde por ejemplo, movernos en bicicleta es una opción más que viable. Y ni hablar del tema ecológico. Capaz en el lugar donde hacemos el voluntariado no cuentan con una pero si preguntamos, podemos llegar a conseguir una. El amigo del amigo puede tener un conocido en la ciudad que venda una a un buen precio, o capaz alguien en el voluntariado conoce de una bici que le hace falta un par de arreglos para poder ser usada.

Es posible que varias veces contemos con días libres en donde no sepamos qué hacer, ya sea por que el día está feo o porque no tenemos ganas. ¿Por qué no ponernos a cocinar? La comida casera es más rica, más saludable y más barata. Hay miles de recetas en Internet que podemos usar y que nos pueden servir para cocinar cosas increíbles que ayudan a nuestro bolsillo. ¿Alguna vez probaste cocinar hamburguesas vegetarianas, por ejemplo? Súper ricas y súper baratas.

¿Si ves que es posible hacer un voluntariado sin gastar mucho dinero?

Está todo en nuestra cabeza. En ver de qué manera podemos ahorrarnos un gasto de una manera que también disfrutemos lo que estamos haciendo.

Un voluntariado es una experiencia única que sin duda nos va a cambiar la vida. Por eso, es solo cuestión de cuidar los detalles que pueden ser decisivos en nuestro día a día durante nuestras actividades. A veces puede ser medio tedioso, lo sé. Pero, si queres mantenerte en la ruta por mucho tiempo, hay que hacerlo.

 ¿Te cuento un secreto? Se puede.