Un intercambio cultural en Croacia curó mi egocentrismo
Mi relato sobre cómo un intercambio cultural en la Isla Hvar de Croacia derrumbó mi egocentrismo y sembró temas importantes para reflexionar.
6min
Reflexiona sobre tu próximo intercambio cultural
Este es un relato sobre mi intercambio cultural en Croacia. Una experiencia de voluntariado que derrumbó parte de ese egocentrismo que vive dentro de nosotros y me sembró temas importantes para reflexionar.
Vivimos momentos en donde el viaje que hay que hacer es hacia nuestro interior.
Usemos este tiempo de cuarentena por el coronavirus para reflexionar sobre nosotros como individuos y como especie.
¿Cuál será nuestro propósito al pisar nuevos horizontes? ¿Qué habremos aprendido cuando esta cuarentena y crisis pasen? Porque pasarán.
¿Adónde iremos? Y más importante aún: ¿Qué queremos intercambiar con las otras culturas?
Croacia, ¡Allá voy!
El verano europeo prometía días a puro sol y calor, y yo contaba con dos ventajas: viajar libre y sólo con ticket de ida. Eso me daba la libertad necesaria para poder decidir a dónde quería pasar esos días.
Me puse manos a la obra, entré a la web de Worldpackers, y comencé a postularme para todos los intercambios culturales que se encontrasen cerca de alguna playa.
Unos días después de haberme postulado, recibí ese mensaje tan esperado: me habían aceptado en un voluntariado en Croacia, en la isla de Hvar. El intercambio consistía en ayudar con las tareas en un hostal a cambio de hospedaje y desayuno.
Hvar es uno de los mejores lugares que ver en Croacia, conocé más.
La propuesta me cerraba por todos lados: un intercambio cultural en inglés, playa y desayuno.
Vanesa, la anfitriona y dueña del hostal quiso tener una charla vía skype, lo cual me pareció bien, ya que se generó un primer contacto antes de emprender el viaje. También hablamos de las condiciones, las tareas y nos pusimos de acuerdo con el día de llegada.
Ahora sí…Croacia, ¡Allá voy!
Yo jamás podría haber pagado una estadía en esta isla
Llegué a Split en avión, y del aeropuerto al puerto sin escalas para tomar el ferry.
Al bajarme del ferry lo primero que pensé, además de quedarme alucinando con el color del agua, fue que jamás podría haber pagado una estadía de 45 días en esa isla.
Pero los lujosos yates y la gente tomando champagne, no iban a obnubilarme. Sabía que Croacia tenía mucho para ofrecerme, y yo estaba dispuesta a descubrirlo.
¡Cafecito mañanero con vista al Mar Adriático!
Llegué por fin al hostal y, una vez acomodada en mi habitación, me enseñaron las tareas que me tocaban. Las tareas básicamente consistían en mantener limpios los lugares comunes.
El trabajo se realizaría por la mañana temprano y durante las últimas horas de la tarde. Es decir, que desde las once de la mañana hasta las siete de la tarde, yo podría disfrutar de la playa, visitar pueblos cercanos, conocer otras islas…
¡Demasiado bueno para ser verdad!
Un detalle que no puedo dejar de mencionar es que la cocina se encontraba al aire libre. Sí, créeme que así de sorprendidos también se quedaban los huéspedes. Imagínate cocinar todos los días con vista al Mar Adriático o sentarte a tomar el café de mañana con vista a las Islas Pakleni.
Sin embargo, debo reconocer que encontrarme en un destino paradisíaco y nadar en aguas cristalinas, no fue lo único destacable de esta experiencia. El voluntariado me acercó a un país totalmente desconocido para mí. Y cuando digo totalmente desconocido, no me refiero a que nunca había estado allí. Me refiero a que no sabía absolutamente nada sobre la cultura europea y mucho menos sobre Croacia.
Algo que nunca me había pasado en otro voluntariado
Lo primero que aprendí fue su moneda. Llegué al aeropuerto con Euros y me fui con Kunas. ¡Hvala! me dijeron, y en ese instante aprendí a decir gracias en croata.
Conforme pasaban los días, más me picaba el bichito de la curiosidad: ¿Por qué son así las construcciones? ¿Y ese fuerte de qué o de quienes los defendía? ¿Quién será ese señor del monumento? Y así, fue como día a día iba aprendiendo un poco más sobre la historia y la cultura de Croacia.
El voluntariado en Hvar tenía, para mí, un condimento especial. Pues me encontraba en una situación que no me había pasado en ningún otro voluntariado: No había argentinos.
Y si bien es verdad que adónde quiera que vayas vas a encontrar al menos a un argentino, déjame decirte que este no fue el caso.
Mis compañeros del voluntariado hablaban inglés
- Una australiana super extrovertida a la que le encantaba salir de fiesta.
- Un polaco que gustaba de pasar su tiempo libre escuchando música.
- Una alemana adorable que estaba disfrutando sus vacaciones aprovechó la pausa en la universidad para escapar del cielo gris de su ciudad.
Mezcla de culturas más que interesante
Más que un intercambio cultural en inglés, este fue un intercambio súper multicultural en inglés, español, alemán, polaco y más. Con Soya, la chica de Australia y con Norman, el chico de Polonia, los horarios de trabajo no coincidían mucho. Además, ellos ya estaban desde antes, y a los pocos días de mi llegada, partieron.
Sin embargo, con Carol, la chica del sur de Alemania, compartimos desayunos, momentos de ocio y, en varias oportunidades, también compartimos la cena.
El intercambio cultural con Carol fue casi instantáneo. Ella quería aprender español. Yo quería saber cómo era la vida en Alemania. Con lo cual, entre frases en inglés, oraciones en español y alguna palabra en alemán, logramos comunicarnos. Gracias a lo que aprendí de alemán con la magia del internet.
Los días pasaban y el verano ya estaba llegando a su fin. Sin embargo, durante los últimos días del voluntariado, sucedió algo muy interesante.
Un antídoto contra el egocentrismo
Arribaron al hostal dos alemanes. Ellos no se conocían, pero yo los presenté y también se los presenté a Carol. Me dio la sensación de que se iban a llevar bien ¡y no me equivoqué!
A partir de ese momento, Paul y Boris comenzaron a compartir el momento del desayuno con nosotras. Y era en esos momentos cuando me llenaban de preguntas sobre mi país. Es muy loco, y un buen antídoto contra el egocentrismo, darse cuenta de que hay personas que no conocen nuestras tierras.
Qué no sabrían siquiera ubicar nuestro país en un mapa. Esto fue un llamado a la reflexión.
Y así, de golpe, me encontraba hablando sobre Argentina, sobre su clima, su cultura, sus paisajes, su gastronomía. Me convertía, sin quererlo, en una especie de embajadora de mi país. Y entendía que el intercambio cultural es un ida y vuelta. Que todo lo que a vos te causa curiosidad y ganas de aprender, le puede pasar a otro, con tu país.
Viajar: caminos de tolerancia, empatía y sabiduría.
Las ganas de conectar, de conocer y de aprender, no conocen de visas ni pasaportes.
Como viajeros, es nuestro deber aprender y respetar las diferentes culturas, así como también es nuestro deber difundir la propia alrededor del mundo.
Interesarte por la historia de un país, por su gente y su cultura, te hace más tolerante, más empático, más sabio.
Somos la generación que viene a desdibujar fronteras. Somos ciudadanos del mundo.
Te deseo un buen viaje a tu ser interior.
Que estos momentos de cuarentena estén llenos de una profunda reflexión sobre qué debemos aprender de esta pausa. Esta experiencia en Croacia sembró muchas reflexiones sobre cómo podemos ser portadores de buenas nuevas. Me demostró que la verdad puede estar afuera, pero empieza por descubrirla dentro de ti.
- Continuá el viaje por Croacia con la guía sobre qué ver en Zagreb.
Melanie
Ene 13, 2021
Hola Celeste gracias por tu reseña.
te tengo un par de preguntas al viajar al rededor de donde hiciste el voluntariado es fácil moverse y económico?
cuanto pagaste para el almuerzo y comida en tu hospedaje?
Greta
Abr 22, 2021
Hola, hay que inscribirse para ser miembro? En cuál programa te inscribiste? Yo quisiera buscar un anfitrión en Croacia, dentro de lo posible para ofrecer animación, etc Música en vivo, ya que soy cantante. Que me recomiendas? muchas gracias! saludos
Greta
Abr 22, 2021
Quise poner si hay que pagar para ser miembro, al inscribirse?
santiago adrian
Abr 26, 2021
saludos desde Colombia, que hermosa e interesante historia, gracias por compartir. buena camino siempre y mucha luz.
Angel Jesus
Jul 30, 2021
Hola Celes
Angel Jesus
Jul 30, 2021
Hola Celeste, muchas Gracias por compartir, me inspiraste y al mismo tiempo me describiste lo que estoy buscando, me encanta Croacia por fotos y me encantaría ir a un voluntariado por esas zonas antes de decidir carrera y embarcarme en la universidad, solo como pregunta, como cuanto te puedes llegar a gastar en un intercambio como el que tu hiciste, y como funciona el inscribirse en la pagina? yo probablemente iría menos tiempo pero no cuento con mucho dinero, pero si quiero hacer el esfuerzo por que se que es algo que totalmente vale la pena, gracias :D
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May 24, 2022
Muy linda experiencia, gracias por compartir
Albert
Oct 18, 2022
Muy bonito lo que escribes , empiezo ahora una aventura así en Tailandia espero también aprender cosas !!!