Viajar por Sudamérica solo: todo lo que debes saber

Spoiler alert: Si estás pensando en hacer un gran viaje, y si encima estás pensando en viajar por Sudamérica solo, este texto te puede llegar a cambiar la vida. Yo te avisé.

Estoy de novio hace ya casi 3 años y disfruto la vida en pareja. Pero he viajado solo. Y bastante. Desde el 2013, que me tomé un avión con destino Europa, hasta el 2016, viajé por mi cuenta. Recorrí lo que me daba la gana y no había nadie para cuestionar mis decisiones, más que mi propia mente. Conocí innumerables personas (hoy amigos o amigas), probé miles de platos típicos, me perdí un millón de veces y me encontré, un millón de veces más.

Incluso hoy, cada tanto, me tomo un avión, un tren o un bus por mi cuenta. Si bien amo viajar en pareja, también necesito mis tiempos. Necesito, a veces, no tener que debatir cada decisión y hacer lo que a mi alma le apetezca. No tiene nada de malo en ser cada tanto, un poco egoísta y mimarse a uno mismo, ¿no?

Viajar solo es, sin dudas, una gran experiencia.

Si estás pensando en recorrer Sudamérica por largo tiempo y deseas ahorrar dinero en alojamiento y otros gastos, no dejes de ver Worldpackers. Una plataforma que te pone en contacto con anfitriones para hacer voluntariados e intercambios de trabajo a cambio de alojamiento y otros beneficios. Mira aquí todas las opciones de voluntariado en Sudamérica.

Viajar por Sudamérica solo

No me canso de decirlo. Qué hermoso continente el americano. Cuántas culturas, cuántas cosas por descubrir, cuantos paisajes, cuánta variedad. Sudamérica, en particular, tiene magia. Tiene una vibra única. Distinta. Tiene un diferencial. Lo amo fuerte.

Es que creo que Sudamérica te pone a prueba. Te desafía cada día. Te hace pasar del éxtasis a la desolación en un abrir y cerrar de ojos. Te hace reír y llorar al mismo tiempo. Te hace entender que, si no te conoces 100%, si no conoces cada mínimo detalle tuyo, no vas a poder seguir adelante.

Si bien hay un montón de destinos para viajar en pareja por Sudamérica (y más que recomendables), viajar por Sudamérica solo tiene algo especial. No sé bien como expresarlo en palabras. Es… es único. El abanico de situaciones que podemos vivir, al viajar solo por Sudamérica, es gigante. Es enorme.

Sudamérica es su gente. Sudamérica es su cultura. Sudamérica es sus fiestas cualquier día de la semana. Sudamérica es su comida. Sudamerica es sus paisajes, sus montañas, sus salinas, sus mares, su Cordillera, su todo. Y la flexibilidad que nos da viajar solos creo que se complementa, más que bien, con todo lo que tiene Sudamérica para ofrecer.

Asumo tenes algunas dudas más concisas sobre Sudamérica, ¿no? ¿Gasto más viajando por Sudamérica solo, o gasto más viajando en pareja? ¿Puedo hacer voluntariados? ¿Puedo mantenerme viajando por Sudamérica más de 1 mes? ¿Algún consejo en particular que me quieras dar, Lucho?

Bueno, veamos:

Dinero: ¿Se gasta más o menos que viajando en pareja?

• Alojamiento: 

Perdón que te lo diga, pero es una pregunta difícil de responder. Es verdad que por ejemplo, viajando solo uno tiende a gastar más en hospedaje (ejemplo: Si viajas solo o sola, casi seguro vas a ir a un hostel y vas a dormir en una habitación compartida, porque una habitación privada excede tu presupuesto. Ahora, si viajas en pareja, si optan por una habitación privada y la dividen por dos, es probable que lo que pague cada uno sea inferior a si cada uno hubiera optado por una cama compartida).

Ahora, también es verdad que viajando solo uno tiene más “aguante” o tolerancia. No importa cuan malo sea el hostel, el camping o la casa donde nos hospedemos mediante Couchsurfing, es más probable que aguantemos, al menos un par de días. Todo sea por ahorrar unos dólares. 

Viajando en pareja, si bien muchas veces se pone foco en ahorrar, un hospedaje no tan agradable puede traer otras consecuencias, como por ejemplo cambiar el humor a cada persona de la pareja y eso, obviamente, va a traer discusiones entre la pareja y un malhumor generalizado. A veces es mejor gastar unos dólares más pero tener una armonía en la relación que beneficie al viaje.

Descubre cómo viajar sin pagar alojamiento haciendo voluntariados.

• Transporte y comida:

En lo que se relaciona con transporte y comida (junto al alojamiento, los 3 gastos más importantes en un viaje), no creo que haya mucha diferencia entre viajar solo y viajar en pareja. Capa a veces, en alguna comida, viajando en pareja se puede compartir un plato. Pero sinceramente, no pasa muy seguido.

Si bien los gastos suelen ser parecidos (dólares más, dólares menos, todo ronda el mismo presupuesto) creo que la diferencia está en cómo afectan las decisiones. 

Como mencioné antes, si viajamos solo y tomamos una decisión errónea o que nos trae consecuencias no tan agradables, de última estamos solos y podemos tolerarlo. Les pongo otro ejemplo. Si decidimos hacer dedo por Sudamérica, viajando solos/as, y esperamos en la ruta más de 3 horas al rayo del sol, seguramente nos malhumoremos, cada tanto perdamos la fe en que alguien pare pero en la mayoría de los casos (excepto que este oscureciendo por ejemplo) vamos a quedarnos esperando en la ruta hasta que alguien pare.

Viajando en pareja esto puede llegar a cambiar. No es uno sino que son dos los que están esperando en la ruta. Esto quiere decir que hay dos estados de ánimo que se ven afectados por la demora, hay dos estados físicos que se ven afectados por la demora, hay dos estados mentales que se ven afectados por la demora. Y, lo que es peor, esos dos estados se relacionan entre ellos. Por lo cual, se pueden generar discusiones, malentendidos, peleas innecesarias. Y es ahí cuando, para evitar esto, abandonamos la ruta y tomamos un bus, tren o taxi.

En el supuesto caso que la pareja esté 100% convencida de viajar barato, de ahorrar en lo más que se pueda, creo los gastos son bastante parecidos. Si me apuras, me inclino a pensar que viajando por Sudamérica solo, se gasta un poco menos que viajando en pareja.

No empieces a viajar por Sudamérica sin antes leer estos consejos.

Hacer voluntariados mientras viajas por Sudamérica solo

Si viajas sola (o solo) por Sudamérica, sin dudas vas a notar que tenes mucha más flexibilidad a la hora de decidir (bueno, no solo por Sudamérica, en todo el mundo). 

Si en algún momento te sentís cansado/a, si sentís que el vértigo del viaje te está perjudicando, parar un poco es una decisión que podes tomar en segundos. Podes, por ejemplo, hacer un voluntariado por uno o dos meses (¿alguna playa paradisíaca en Brasil? ¿Por qué no?) y así recargar pilas.

Nota: No digo que viajando en pareja no lo puedas hacer, sino que no todos los anfitriones aceptan parejas o tienen dos vacantes disponibles.

Aparte, al viajar solo/a, muchas veces estamos más conectados con el hecho de conocer culturas, aprender cosas nuevas, conocer gente y hacer amigos. Repito, no digo que si viajas en pareja no sea el caso pero, al viajar de a dos, muchas veces ya tenemos un hombro sobre el que llorar, o alguien con el que compartir risas o miedos. Por lo que no siempre recurrimos a lo que nos rodea para contar cómo nos sentimos, o para pedir ayuda.

Hacer voluntariados es siempre una gran forma de empaparse con la cultura local, de aprender muchas cosas nuevas y de hacer nuevos amigos. Y eso, cuando se viaja solo, es más que bienvenido. Aquí puedes ver las miles de opciones que hay para hacer voluntariado en Sudamérica. 

Ah, sí. También vas a ahorrar dinero, sin dudas. Aunque para mí, ese es el último de los beneficios que tenes que considerar. Acordate que un viaje se compone por las memorias y recuerdos que obtenés de él. Eso es lo que, a fin de cuentas, queda en nuestra mente. Los momentos mágicos.

Aprendemos mucho al hacer voluntariados. No solo aprendemos tareas X que, probablemente, antes no supiéramos. Sino que también aprendemos de otros viajeros/as. Aprendemos de otras personas. Aprendemos cómo Juan maneja su plata con bancos digitales, aprendemos como Delfina aplicó a una visa Working Holiday o cómo Estefanía encontró una dieta balanceada que le permite comer sano y de forma económica. Rodearnos de gente que está en nuestra misma sintonía siempre es fructífero. Siempre vamos a tener mucho que aprender y, también, mucho que enseñar.

Mira estos 10 increíbles voluntariados en Sudamérica.

Algunos consejos prácticos a la hora de viajar por Sudamérica solo

Viaja ligero

Sudamérica es extenso. Bastante extenso. A veces es probable que tengas que caminar horas y horas para llegar a un destino o que un bus te deje en el medio de la ruta. Llevar una mochila de 23 kg más un bolso de mano que pesa 10 kg más , no es lo recomendable.

Si bien el clima puede ser bastante variable, se puede preveer bastante fácil que clima va a hacer en determinado lugar del continente, en determinado momento del año.

Aparte, viajar ligero es sinónimo de ahorrar dinero, y tiempo. ¿Qué mejor que tomar un vuelo con solo equipaje de mano? No tenemos que pagar el dinero por despachar nuestra maleta, ni tenemos que esperar en esa odiosa cinta a que nuestra mochila llegue (ni sufrir porque llegue en óptimas condiciones).

Y, último pero no por eso menos importante, viajar ligero es también más seguro. No es lo mismo recorrer Sudamérica con una mochila grande, más un bolso de mano pesado, que nos quita movilidad y agilidad, a hacerlo con únicamente, una mochila de 15 kilos por ejemplo. Me cuesta decirlo, y no quiero generalizar, pero en Sudamérica se pueden encontrar varios casos de inseguridad y de robo en las calles. 

Por eso es bueno siempre tener nuestras pertenencias a la vista. Y, en caso que algo pase (toco madera), tener la suficiente agilidad para reaccionar rápido. Con 35 kg encima, a veces eso no es tan fácil.

Mira este video donde nuestra Expert de viajes Lina, explica lo que llevó en su mochila cuando viajó por Sudamérica sola.

Cómo manejar el miedo

Sí. Perdón que te lo diga. Vas a tener miedo. No hablo de inseguridad eh. Hablo de un miedo más que general. Pero no es algo malo. Lo importante es que no sea un miedo que paraliza, sino un miedo que nos active, que nos fuerce a tomar una acción, que nos fuerce a resolver.

Preveer todo con exactitud, al viajar solo por Sudamérica, no es lo más fácil de hacer. Muchas veces perdemos horas y horas en las fronteras, es probable también que nos encontremos con algún que otro oficial corrupto, los buses no van a salir en hora (y por lo tanto pueden llegar a destino en la mitad de la noche), a veces capaz no tengamos donde dormir o los caminos que recorramos no estén en las mejores condiciones.

Lo importante es saber manejar el miedo. Como te dije antes, el miedo no nos puede paralizar. Porque, ahí sí, estamos ante un problema. Necesitamos que el miedo nos active, nos saque de la zona de confort y nos obligue a actuar. Tenes que grabarte algo en tu cabeza (siempre): no hay nada que no puedas resolver. Absolutamente nada.

A veces es mejor tomarnos 5 minutos más, respirar hondo y pensar bien nuestro próximo paso. Incluso consultar con alguien que nos inspire confianza, sea que esté al lado nuestro en esa terminal de buses en Potosí, o sea por WhatsApp, a la distancia. ¿El bus va a salir tarde y vas a llegar a las 3 de la mañana a Cartagena? 

Tomate el que sigue. ¿No te devuelven el dinero? Hay cosas más importantes que 10 dólares, haceme caso. El universo te los va a devolver, de alguna manera. ¿Hicimos dedo y la persona que maneja no nos inspira confianza? Le pedimos que pare en la siguiente estación de servicio. ¿Y si no me levanta nadie? Alguien va a parar, confía. Sudamérica es un continente muy generoso.

Mil situaciones se pueden llegar a dar viajando solo por Sudamérica. Y muchas, probablemente, nos generen miedo. La solución no es ocultar el miedo, creyéndonos superhéroes. La solución esta en cómo usar ese miedo a favor nuestro.

Lee estos 7 motivos para enfrentar el miedo a viajar sola.

Sudamérica está lleno de territorios inhóspitos que si no los recorremos con un local, nos puede llegar a traer un mal rato e, incluso arruinar nuestro viaje.

La selva del Amazonas, la Cordillera de los Andes, Machu Pichu, las minas de Potosí, etc, etc, etc. Siempre pondero el espíritu aventurero de los viajeros y siempre los motivo a vivir experiencias únicas, a perderse por los rincones más ocultos del mundo y llegar a donde nadie llegó. Pero a veces hay que saber cuándo ser precavido y cuándo pedir ayuda. 

Sudamérica tiene lugares increíbles, únicos en el mundo. Como visitarlos, eso te lo dejo a vos. Pero al menos te pido que averigües antes, que te informes, que leas, que preguntes, que sepas a dónde vas. Con precaución, siempre.

Ojo con los robos

Las terminales de buses, los centros de las grandes ciudades y los grandes mercados son solo algunos ejemplos donde, en Sudamérica, podemos ser presa de un hurto de nuestras pertenencias. Muchas veces, en lugares como estos, se aglomera muchísima gente. Tanta que caminamos pegados unos a otros, como en una procesión. Es acá cuando los ladrones hacen su magia. Están esperando este momento para llevarse tu billetera, tu cámara de fotos o tu mochila.

Por ende, con cuidado. No seas presa fácil de un robo. Si bien no quisiera admitirlo, estas cosas pasan, y más de lo que uno quisiera. Por eso esta bueno que aportemos nuestro grano de arena para evitar que esto pase. Por ejemplo, si llevas una cámara de fotos, tenela guardada excepto que estés sacando una foto o, si queres llevarla contigo, llévala en la parte delantera de tu cuerpo.

 Si tenes plata, tenerla bien guardada, incluso por debajo de tu ropa. No manejes billetes grandes ni saques plata en un cajero de noche, o en zonas con mucha gente. Si te subes a un taxi, mira su matrícula. Si el conductor no tiene su licencia de taxi a mano, pedila. Que te inspire confianza. Sino, capaz, te lleva al lugar que queres, pero te cobra 5 veces más.

Conviene tomar una serie de precauciones por si “desaparecen” las pertenencias; va a hacer que sea más fácil lidiar con situaciones que se pueden tornar estresantes:

• Fotocopiar el pasaporte
• Tener dinero guardado en otra cuenta bancaria
• En caso que tengamos, guardar la tarjeta en un lugar seguro.
• Saber de antemano la dirección de la embajada más próxima

Aunque los casos de hurto o estafas en Sudamérica son usuales, si nos manejamos con cuidado y con inteligente, podemos evitar estos y tener un viaje por Sudamérica increíble.

¿Qué destinos recomiendo para empezar a viajar por Sudamérica solo?

Buenos Aires: 

Sí, es mi ciudad natal. Pero igual la recomiendo. Es que es una ciudad tan cosmopolita y con tanto para hacer, que sin dudas vas a pasar un muy buen rato. Y también es un gran aeropuerto para llegar. Además de que, estratégicamente, es un buen punto para empezar tu viaje. Por qué no llegar a Buenos Aires, bajar hasta la Patagonia, y de ahí empezar a subir, ¿no?

Mira todas las opciones de voluntariado en Argentina. 

Rio de Janeiro:

Y si es en carnaval, mejor. Es que Río es alegría. Río, al margen de la mala fama que tenga por el tema de la inseguridad, es una belleza de ciudad que merece ser recorrida. La cultura brasileña es única y sin dudas Río es un gran destino para recorrer viajando por Sudamérica solo.

Mira las miles de opciones para hacer voluntariado en Brasil.

Machu Picchu: 

Imposible no visitarlo. Una de las nuevas siete maravillas  del mundo. Algo único que no existe en ninguna otra parte. No podes dejar de ir. Eso sí, hacelo por favor con responsabilidad. Seamos conscientes de la huella que dejamos en el mundo. Tanto turismo en el Machu Picchu puede hacer que un día decidan cerrarlo. Por ende seamos emisarios de un turismo responsable, que no dañe al ecosistema que nos rodea.

Descubre las opciones para hacer voluntariado en Perú.

Bolivia: 

Hay tantos lugares en Bolivia que no me puedo quedar con uno solo. Salar de Uyuni, Copacabana, el Lago Titicaca, las minas de Potosí, La Paz. Todo tiene su encanto, su historia y su magia. Bolivia es un país único en Sudamérica.

Descubre 16 cosas que hacer en Bolivia, el país más barato de Sudamérica.

Montevideo: 

Sí, Uruguay es todo lo que está bien en este mundo. Su gente, su comida, su mate, su “bo”, su “vamo arriba”. Amo a Uruguay, amo su gente y amo Montevideo. Sus mercados, su puerto, sus calles, su centro, su todo.

Y me quedan más ciudades por nombrar, ya sé. Pero es que sino este texto sería eterno. Cartagena, Quito, Caracas, Santiago de Chile, Valparaíso, Pipa, San Pablo, etc etc etc.

Es que Sudamérica es un lugar tan rico, con tantas cosas para hacer, con tantos lugares por visitar.

Sudamérica es también, un lugar de contradicciones. Donde, como dijimos antes, podemos pasar del llanto a la risa en cuestión de segundos. Es sin duda un lugar para ir preparados. No hablo sólo de reservar hoteles o vuelos, sino de ir preparados mentalmente. De saber que va a ser una experiencia única pero desafiante y que seguramente nos cambie para siempre.

 Lo que vamos a vivir, viajando por Sudamérica solos, va a ser algo que pocas veces se vuelva a repetir. Su gente, su movida cultura, sus paisajes, sus desafíos, su tonada, su todo.

¿Qué estás esperando para viajar por Sudamérica solo?