Sobre su experiencia en: Jujuy, Argentina
Chile
Ser voluntario en Aldea Luna es un regalo. Poder comprometerte con este proyecto fundado en el amor y hacerte parte de él es conectar con la intensa paz, armonía y vida de la naturaleza y también de quienes en este caso desde el amor la cuidan.
Las tareas siempre fueron claras y sencillas. Eli y Martín tienen una convicción hermosa, admirable y, como si no tuvieran un mundo de cosas de las que preocuparse, siempre están más que dispuestos a enseñarte y a hacer de la dinámica y de las actividades una experiencia de diez.
¡Agradecida es poco, nos vemos luego!
hace 5 meses