¿Cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo?

Quizá esa sea la pregunta que, con más insistencia, llega a mi buzón de correos. Esa o algunas parecidas: ¿cómo haces para viajar? ¿en qué trabajas? ¿se puede? Y, finalmente: ¿cómo puedes viajar y trabajar al mismo tiempo? 

Mi respuesta es casi siempre la misma: no hay fórmulas mágicas ni definitivas, no hay un truco detrás de todo lo que se ve. 

No se puede vender la idea de que viajar es el estado ideal, la solución perfecta para todas las angustias y que quedarse trabajando en una oficina es aburrido, rutinario y malo. No. La verdad es que convertir el viaje en una forma de vida es una decisión que debemos tomar con absoluta conciencia y las oportunidades que surjan en el camino dependerán de las inquietudes de cada viajero, de sus habilidades y creatividad.

¿Cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo?

En mi caso, soy periodista, sí renuncié a mi trabajo de oficina después de siete años cumpliendo horarios y decidí que lo que quería era viajar, escribir y vivir de eso. Y hoy, nueve años después de ese momento, es lo que hago: vivo de escribir sobre viajes. 

No tan solo tengo mi blog que me genera algunos ingresos (aunque no vivo totalmente de eso), también escribo para revistas y medios digitales. Voy de la escritura a la fotografía y las exploro en cada viaje para poder seguir contando historias. 

Sin embargo, sería muy irresponsable de mi parte decir que para comenzar a tener dinero y viajar, tienes que abrir un blog de viajes y ya, o que solo teniendo una cuenta en Instagram con fotos perfectas, te convierte en un blogger de viajes y podrás comenzar a ganar dinero. 

Esas ideas por sí solas, no se mantienen. Detrás de quienes viajamos y trabajamos al mismo tiempo, hay muchas horas dedicadas a hacer eso que sabemos hacer, horas de trasnocho, de crear ideas, contenido y de hacer de los viajes nuestra mejor experiencia y, esperamos, algo inspirador para quien nos sigue.

Eso lo digo yo y lo podría decir quienes trabajamos generando contenido de viajes, pero lo cierto es que se puede viajar y trabajar al mismo tiempo echando a mano de tus habilidades y aquí quiero dejar una suerte de paso a paso sobre cómo explorar ese camino que está ahí al alcance de todo aquel que quiera lanzarse a la aventura.

Que sepas que viajar y trabajar al mismo tiempo es posible pero antes, respóndete estas preguntas: 

¿Por cuánto tiempo quieres viajar?

Esa respuesta, en principio, va a definir mucho lo que viene después. Cuánto tiempo estás dispuesto a viajar y alejarte de “lo seguro”. Si te estás planteando tres meses como mínimo, entonces la opción de trabajar en el camino está sobre la mesa. Es posible mantenerte en la ruta si tienes ya algunas ideas previstas que te ayuden a corto plazo, cuyo retorno sea más o menos rápido. 

Definir el tiempo de viaje o, al menos, tener una idea, será clave para saber qué puedes hacer. Las opciones comenzarán a aparecer una vez vayas definiendo la ruta.

Pregúntate qué quieres y sabes hacer

Muchos quieren iniciar el viaje, pero se detienen por miedo, por un montón de dudas que de repente ataca a todas las buenas ideas. Detente un momento a pensar en esas cosas que sabes hacer muy bien y cómo puedes desarrollar ese potencial mientras estás viajando. 

Digamos, ¿eres diseñador gráfico? ¿sabes cocinar? ¿pintas muy bien? ¿sabes escribir, coser, cantar? ¿estás dispuesto a trabajar en un granja? ¿sabes algún idioma y podrías enseñarlo? ¿tomas buenas fotos? Podría pasar mucho rato aquí escribiendo un montón de posibles preguntas y lo cierto es que tus ingresos van a depender directamente de tus habilidades. 

Te recomiendo leer estos consejos para ganar dinero viajando y qué carreras son las mejores para viajar.

No hay truco detrás de eso: si sabes hacer algo bien, puedes ofrecerlo, llegar a acuerdos, generar una ganancia y así seguir avanzando en el camino. Al principio puede ser poco, pero por algo se empieza y así se va aprendiendo. 

Viajar es un cúmulo de ensayos y errores, pero también de aciertos y buenas experiencias. Es impresionante como, una vez en la ruta y haciendo eso que te guste para generar ingresos, comienzan a aparecer buenas oportunidades, porque significa que tu trabajo está conectando con otras personas y eso hace que se identifiquen contigo y esa red de oportunidades comience a crecer.

¿Hacia dónde quieres ir?

Muchos viajeros optan por irse a lugares remotos y que son muy económicos, como el sudeste asiático, por ejemplo. Están conociendo, llegan con algunos ahorros, se establecen un tiempo y pasan gran parte del tiempo trabajando en esa habilidad que ya descubrieron en sí mismos y todo ese dinero que van recibiendo, lo van ahorrando para luego emprender viajes a otros lugares y por mucho más tiempo. 

Estar en un país que sea económico en todo sentido ayuda a que los ingresos rindan más, te aleja de tu zona de confort –que es una de las cosas que más cuesta-, te prepara ante los obstáculos que puedan surgir en el camino. Eres tú y el viaje, yendo a un ritmo que solo estableces tú mismo. 

Otros viajeros también optan por la posibilidad de irse, por ejemplo de Working Holiday, ahorran durante largos meses y luego se mantienen en la ruta por un buen tiempo más. Elegir el lugar por dónde comenzar la aventura también será clave para que el dinero no se nos escurra como agua por las manos.

• Hago una pausa en este paso a paso para aclarar algo importante: 

ya lo dije al principio y es que la sola idea de querer viajar porque sí, no se mantiene sola. Muchas veces funciona tener un trabajo independiente, que funcione de manera remota y que solo requiera una buena conexión a internet, pues ese será un ingreso fijo que tendrás, no importa en qué lado del mundo estés. Si adicional a eso, puedes desarrollar tus destrezas en el lugar en el que estás viajando, pues mucho mejor todavía. Todas las buenas ideas van sumando. Sigamos.

Descubre estos 7 empleos para trabajar y viajar como nómada digital. 

Explora todas las posibilidades

¿Sabías que puedes viajar y cuidar casas o animalitos? ¿que puedes ofrecer algunas horas de tu tiempo a trabajar en una cocina o, por ejemplo, en alguna granja a cambio de hospedaje, comida y algunos días libres? Y como eso, muchas cosas más. 

Descubre aquí qué es Worldpackers y cómo funciona el intercambio de habilidades por alojamiento y otros beneficios. 

Viajar se trata de ampliar la mente, de ir un poco más allá de las ideas básicas. Quizá tú espíritu sea muy aventurero y armas tu equipo de carpa y sleeping bag, viajas a dedo y vas produciendo en el camino, gracias a eso que sabes hacer. 

Pero a lo mejor no, quizá te sientas más cómodo haciendo voluntariado en un hostal que necesite ayuda en el bar, en la recepción, con sus redes sociales. 

O te viene bien equipar esa kombi con la que siempre has soñado viajar y organizas bien tus gastos de gasolina, lugares a recorrer y te ahorras otras cosas, mientras sigues trabajando en la ruta. A lo mejor te animarías a hacer intercambio de casas y tienes un lugar seguro donde seguir desarrollando tus habilidades, mientras conoces una ciudad nueva. 

O descubres que te sientes cómodo haciendo couchsurfing, intercambiando experiencias con otras personas. Explora todas las opciones y quédate con la que te haga sentir cómodo. Es tú viaje, es tú experiencia, nadie te tiene que decir cómo disfrutarlo mejor.

Sé realista

Viajar es absolutamente maravilloso, sí. Pero no todo es color de rosa y de eso tienes que estar muy consciente, para que no te decepciones rápidamente si algo se vira en el camino y las cosas no salen como las planeaste. 

Sé honesto contigo mismo y conoce tus límites: no te tienes que forzar a ir a sitios que no te sientas seguro, solo porque mucha gente va; no tienes que irte lejos si no te sientes cómodo. Se trata de tu viaje, de tus posibilidades, de lo que quieras lograr. Y cada viaje es una experiencia única para cada quien.

Establece un presupuesto de gastos

Esto es importante. No podemos gastar más de lo que somos capaces de generar y menos si estamos viajando, en constante movimiento. Tienes que ser sincero y colocarte un límite de gastos para que la ruta no te sorprenda y porque, aunque salimos siempre con buen ánimo, uno nunca sabe lo que pueda pasar. 

Viajar nos convierte en personas más flexibles, se aprende a no gastar en cosas innecesarias, nos desarrolla el desapego material y por eso, cuando llega el momento de darse un buen gusto, se disfruta el triple. Porque eso siempre será una buena recompensa.

Lo bueno de todo esto es que el viaje nos va enseñando en el camino. Si uno se equivoca, reajusta la ruta, aprende y sigue.

 Espero que ahora cuando te preguntes cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo, puedas tener a mano algunas respuestas más certeras, pero sobre todo que sepas que es posible, que no es un sueño, que pasa cada vez más. Pero eso sí, siempre sabiendo que lo quieres hacer realmente, que no es por moda, que lo haces por convicción y para sumar una buena experiencia a tu vida. ¡Buen viaje y… buen trabajo!