En los últimos diez años trabajé en cuatro países diferentes.
En cada país hice cosas, y me pasaron cosas, que cambiaron mi forma de relacionarme con el mundo y, a su vez, con los viajes.
La experiencia de vivir y trabajar en otro idioma, con otras reglas, de relacionarme con una cultura distinta a la propia, me cambio.
¿Cómo hice para vivir en estos países?
Fui con una visa Working Holiday.
Una visa Working Holiday (a veces se llama Work and Holiday) es una visa de trabajo que surge de un acuerdo bilateral entre países y permite, al que la tenga, vivir y trabajar en determinado país por un periodo de tiempo, casi siempre un año.
Los argentinos tenemos un montón, y desde el 2011 llevo haciendo las más conocidas. Vee las 10 formas en que estas experiencias me cambiaron:
De ahí en adelante trabajé cultivando manzanas, calabazas y ciruelas, podando arboles de kiwis, y de operario en una empaquetadora de manzanas, doce horas al día. Estos son trabajos que, viviendo en Argentina, jamás hubiese hecho.
2. Conocí gente que nunca hubiese conocido
En Nueva Zelanda viví mucho en hostales y eso me forzó a relacionarme con gente de todo el mundo. No durante un par de días, sino durante meses.
De esta forma generé relaciones de amistad con franceses, holandeses, alemanes, uruguayos, chilenos y mexicanos, que de otra forma nunca hubiese generado. Hasta el día de hoy, casi diez años después, varias de esas amistades siguen presentes en mi día a día.
3. Aprendí que puedo vivir en cualquier lado
cuando me fui de Argentina lo hice por dos meses, pero termine quedándome siete en Nueva Zelanda.
Nunca había estado tanto tiempo lejos de mi casa y mucho menos vivido y trabajado afuera de mi país. Haber pasado por la experiencia de emigrar me dio la confianza para, años después, encarar viajes mucho más largos y difíciles.
Visa Working Holiday Australia
4. Viví en un lugar en el que nunca hubiese vivido
Australia es un país gigante, casi del tamaño de Europa. Tiene una cantidad de ciudades hermosas, costeras, con playas increíbles. Pero yo no viví ahí.
Al tercer mes de emigrar con mi visa Working Holiday me fui, con mi pareja, a vivir al desierto, al outback australiano. Viví nueve meses en el desierto, aislado del resto del mundo.
El pueblo más cercano a 500 kilómetros, sin internet, sin más gente que los empleados de la estación de servicio donde vivíamos, sin nada. Nunca se me cruzó por la cabeza que pudiera vivir en un lugar así, pero lo hice.
5. Aprendí a desprenderme de las cosas y a desconectarme
Viviendo en el outback australiano tuve que aprender a desconectarme de las cosas. Teníamos un modem portátil pero costaba carísimo el internet, así que durante 9 meses no hicimos llamadas a nuestras familias, ni mandamos ni recibimos fotos ni videos.
No miramos televisión, no descargamos películas, no compramos cosas (ni ropa ni tecnología), no viajamos, no hicimos más que trabajar, leer, y soñar con los viajes que vendrían después.
6. Ahorré lo suficiente para viajar dos años sin trabajar
Por vivir en el desierto, no teníamos gastos, así que todo nuestro sueldo iba directo a nuestros ahorros.
Así, trabajando nueve meses en dos estaciones de servicio diferentes, ahorramos lo suficiente para, después, viajar dos años por Asía, de sur a norte, sin tener que trabajar (más allá de algunos voluntariados en Asía que hicimos).
Se supone que la sociedad danesa es la más feliz del mundo y, sacando el horror que es el invierno, me pareció verdad. Experimenté vivir en Copenhage y ver cómo todo funciona.
La salud pública es excelente, las bibliotecas públicas son gigantes, si nieva pasan las barredoras tirando sal y corriendo la nieve de las bici-sendas, casi no hay inseguridad, todo el mundo habla inglés, etc.
La gente es, en general, tan amable, que me terminó por incomodar. Después de un año extrañaba mucho el ruido, la gente hablando fuerte, la chispa latinoamericana que también existe en el Sudeste Asiático y que ahora, viviendo en Dinamarca, no encontraba en ningún lado.
8. Sentí la discriminación
A pesar de ser la sociedad “perfecta”, uno de los problemas que no se ven a simple vista es la discriminación. Los daneses pueden llegar a ser muy racistas. Me pasó trabajando en un bar: atendíamos la barra mi compañero, Jamal, danés afrodescendiente, y yo.
Una danesa entró al bar y me hizo un pedido, le pedí por favor si me podía repetir el pedido en inglés. Lo hizo y me preguntó de donde era. Después miró a mi compañero y le pregunto a él. No podía creer que él fuera danés. Se rio, carcajada fuerte, y dijo:
¡Qué irónico! ¡Vos sos latino y sos blanco, y vos sos danés y sos negro! ¡Están al revés!
Nunca me sentí tan incómodo atrás de una barra. Aprendí que, en realidad, no existen las sociedades perfectas.
Berlín es una ciudad híper-cultural, con gente de todo el mundo. Pero los alemanes, por más abiertos que sean, son más reacios a hablar en inglés que los daneses.
Trabajando en el bar de un hotel, me topé muchas veces con, por primera vez desde que emigro, no poder atender a mis clientes en inglés.
Este choque me frustro y me enseño a rebuscármelas con palabras sueltas de un idioma difícil, que no termine de aprender. Esto me enseñó la humildad de entender que si bien el inglés es el gran comodín de los idiomas, a veces no alcanza.
10. Me choqué con la burocracia
En cada país al que llegamos con una visa Working Holiday nos tocó hacer trámites: registrar un domicilio, pagar impuestos, etc.
Mientras pudimos hacer estos trámites en inglés, no fueron un problema. Pero en Alemania nos topamos con una burocracia muy estructurada y con funcionarios que se negaban a hablar en otro idioma que no sea alemán.
Tener que afrontar estos trámites con la traba del idioma me hizo experimentar más fuerte el ser un extranjero, como si fuese un turista, a pesar de estar viviendo y trabajando en el país.
Vivir un año en un país diferente con una visa Working Holiday es una experiencia que no te puede dejar indiferente: es como una cachetada del universo que te hace repensarlo todo.
Para algunos es un paréntesis, después del cual vuelven a su país, y eso está bien. Para otros, se convierte en una forma de vida en sí misma, y eso también está bien.
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¡Hola! Soy Ariel. Emprendí mi viaje a finales del 2011 y lo documento en más de 100 relatos publicados en viajandovivo.net. Soy un emigrante empedernido y desde los 19 años he vivido y trabajado en 5 países y viajado por buena parte de Asia y Europa. De tanto viajar aprendí que viajar no es un colchón de rosas: muchas veces es un cachetazo del universo que te mueve los dientes.
Hace poco publiqué mi primer libro: DesOriente, relatos de un viaje al sur de Asia (lo consiguen en https://mitienda.viajandovivo.net). Ademas, he escrito para varias revistas digitales como Otro Mapa e Intriper y soy co-creador de Alto Viaje, el podcast de viajes en español más escuchado de América Latina.
Excelente Ariel tu experiencia, haz sido perseverante, te felicito, una consulta como hago para aplicar a la visa Working Holiday en estos momentos. Gracias
En estos momentos de pandemia la mayoria de las visas estan suspendidas por desgracia. Lo recomendable es estar atentos a los anuncios en las paginas de las embajadas de cada país.
Hola! Todo bien, vos? No, esta plataforma es para realizar voluntariados al rededor del mundo. Puede ser complementaria con la experiencia de viajar con la visa, pero no esta relacionada directamente con el tramite. Saludos!
Que historia tan inspiradora, leer cosas así me motiva a dar ese paso, es el miedo a lo desconocido lo que muchas veces nos frena, lo más importante de estas experiencias es saber que existen opciones seguras de viajar
Gracias por compartir, seguro me ayudará a tomar la decisión correcta ✨
Gracias Crack por compartir tu experiencia!Nutren el alma la verdad, y nos alienta a los que todavía no nos animamos a dar ese primer paso
Te mando un abrazo grande desde Capital federal
Me encanta que los jóvenes vivan este momento que en mi tiempo y circunstancias no hubo. Tengo 55 años y estoy en un Gap year, por supuesto he librado muchas batallas que por la experiencia he salido adelante. Dios los bendiga en su camino jóvenes
Anais
Dez 24, 2020
¡Wow! ¡Interesante relato! Me encanto leer tu experiencia, gracias por compartirla..
Silvio
Jan 04, 2021
Excelente Ariel tu experiencia, haz sido perseverante, te felicito, una consulta como hago para aplicar a la visa Working Holiday en estos momentos. Gracias
Raquel
Jan 15, 2021
Geniaaal
Amelia
Jan 25, 2021
Cómo estás! Gracias por compartir tu experiencia.
Consulta, mediante esta comunidad logro conseguir el visado?
Recién estoy conociendo esta plataforma
Ágatha Margarita
Abr 06, 2022
Que historia tan inspiradora, leer cosas así me motiva a dar ese paso, es el miedo a lo desconocido lo que muchas veces nos frena, lo más importante de estas experiencias es saber que existen opciones seguras de viajar
Gracias por compartir, seguro me ayudará a tomar la decisión correcta ✨
Cecilia
Mai 06, 2022
Alucinante, maravilloso, gracias por compartir tus experiencias me sirve de mucho deseo lo mejor del mundo.
Lauchiin
Jul 13, 2023
Gracias Crack por compartir tu experiencia!Nutren el alma la verdad, y nos alienta a los que todavía no nos animamos a dar ese primer paso
Te mando un abrazo grande desde Capital federal
Elizabeth
Ago 31, 2023
Me encanta que los jóvenes vivan este momento que en mi tiempo y circunstancias no hubo. Tengo 55 años y estoy en un Gap year, por supuesto he librado muchas batallas que por la experiencia he salido adelante. Dios los bendiga en su camino jóvenes
Juli
Jan 25, 2024
Muchas gracias por poder compartir tus experiencias y hacernos saber que no todo es un mundo de rosas como todos lo romantizamos.
Silvia Maria
Jan 15, 2025
Me interesa más información quiero estudiar en Australia sin mucha inversión