Consejos para viajar como un local y no caer en trampas turísticas

Desde que era pequeño crecí viendo documentales y programas de viajes donde los presentadores eran intrépidos viajeros que se rodeaban de tribus exóticas y vivían situaciones arriesgadas y emocionantes. Con estas influencias empecé a sentir la pasión por viajar pero, cuando por fin tuve la edad y los medios para ello, me tuve que enfrentar a la realidad. 

El mundo no es como nos hicieron creer, aquellos lugares exóticos se hicieron famosos y, tras ello, llegaron los turistas. Pero no por ello me desalenté, ya que la idea de viajar como un aventurero en vez de como un turista ya había madurado en mí.

Por norma general estos consejos te ayudarán no solo a viajar como un local, sino a ahorrar un montón de dinero:

Consejos para viajar como un local y no caer en trampas turísticas

• Hablar algo del idioma local:

Lo primero que debes hacer antes de llegar a tu destino es aprender algunas palabras clave del idioma que hablen los locales. No requiere mucho esfuerzo, por ejemplo, yo uso esos ratos de esperas en aeropuertos para anotarme lo básico en una libreta. 

Memoriza palabras como: mingulaba (hola en birmano), korp kun (gracias en tailandés), berapa biayanya (cuánto cuesta en indonesio) y números del uno al diez, no te preocupes si el precio de las cosas del país son miles de la moneda local, simplemente tendrás que añadir una palabra más (lima es cinco en malayo y lima puluh significa cincuenta) o incluso darán por hecho que cuando dices cinco es cinco mil ya que por ejemplo: con cinco dongs vietnamitas no hay nada que puedas comprar.

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Cuando estés viajando con gente local por el país saluda y preséntate en su idioma, no hay nada más gracioso y entretenido para un interminable viaje que intentar mantener una conversación, probablemente dure unos minutos y suenes terriblemente mal, pero te sorprenderás de la cantidad de nuevas palabras que puedes aprender.

Al ser capaz de decir algo en el idioma del país en el que estés no esperes poder entender todo lo que dicen, simplemente estás haciendo un esfuerzo por integrarte en su cultura y mostrarles respeto. 

Debes entender que al humilde dueño del puesto callejero puede no hacerle gracia el turista típico que llega y arrasa con todo lo que ve. Una buena sonrisa y chapurrear cuatro palabras que, aunque te hagan sonar bastante estúpido, romperá la barrera entre los dos mundos a los que pertenecéis y te tratará como a un igual.

Además, demostrar que sabes decir algo en su idioma les hará plantearse dos veces a los que quieran hacerte caer en una trampa turística, recuerda que ellos no saben si hablas cuatro palabras o si llevas viviendo un año allí.

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• Conocer la historia del país:

 Parece una tontería, pero conocer algo de historia te hará entender el porqué de las cosas. No existe nada más de “turista” que viajar sin saber quién gobierna, qué religión se practica o qué costumbres tienen las gentes del país. Además del beneficio obvio de enriquecerte culturalmente, comenzarás a saber ponerte en los zapatos del otro, empatizar y comprender todo lo que ocurre. 

Una vez que conozcas la historia y la cultura local empezarás a ver belleza en cada rincón y a sorprenderte con las cosas más superfluas que te puedas imaginar. La manera en la que te dan el dinero (con una mano sujetando el codo de la otra), las fotos del rey tailandés por todas partes, los reparos con los monjes, la presencia de perros o gatos en las calles … todo ello tiene su porqué y la única manera de enterarte es leyendo algo de la historia del país.

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• Adoptar la vestimenta y costumbres locales:

Algo que es imposible en muchas regiones del planeta es no pasar desapercibido. El color de la piel, los ojos o el pelo dificultan que seas el foco de todas las miradas en las zonas poco turísticas, sin embargo, vestir como suelen hacerlo los locales te servirá a camuflarte. 

Es decir, si por motivos religiosos o culturales cubren todo su cuerpo haz lo mismo, quizás esto no sea del agrado de todos, pero es importante respetar las costumbres locales. En vez de lamentarte piensa en positivo, ahorrarás en crema solar, evitarás quemarte y cuanto más te cubras más difícil será saber que eres extranjero. En otros países como en Myanmar o Malasia los hombres usan una especie de falda, ¡atrévete! Les hará muchísima gracia, pero a la vez te respetarán. Y oye, no veas lo cómodas que son.

Adoptar las costumbres locales incluye también comer lo que coman ellos. Olvídate de las trampas turísticas en las zonas más transitadas, lo único que venden son pizzas o productos aparentemente locales pero que ni de lejos se acercan a los auténticos y cuestan muchísimo más. 

No sólo debes prestar atención a la comida sino también a las horas de comida. Créeme, intentar cenar a la 9 en algunos países como Laos puede resultar carísimo o directamente imposible.

También hay otras maneras más específicas de evitar las trampas turísticas. Por ejemplo: Evita los taxis y los transportes privados. 

Viaja en el transporte público más común que veas, además de ahorrar dinero y empaparte en la vida urbana local, te llegarán todo tipo de oportunidades. De esta manera me he librado de pagar decenas de entradas a sitios turísticos en los que cobran de manera abusiva a turistas o he podido llegar a sitios a los que un extranjero no suele poder. 

Huye de los sitios donde te piden dinero por sacar fotos, siempre hay algún rincón donde la gente local suele ir con las mismas vista o incluso mejores. 

Y por supuesto, a menos que sea totalmente necesario, evita los packs turísticos de los hostales donde te organizan tu visita. Móntatelo por tu cuenta o júntate a otros viajeros para abaratar costes, pero no vayas donde van todos.

Sin duda hay cientos de maneras de evitar las trampas turísticas, pero lo que no cabe duda es de que lo importante es ser natural, respetar, aprender del local e intentar imitarlo. Descubrir todo esto es la esencia del viaje.

No olvides que a través de Worldpackers puedes hacer voluntariados  e intercambio de trabajo por alojamiento en cientos de países en el mundo. De esta forma no sólo vas a ahorrar dinero sino que tendrás tiempo de vivir como un local y conocer mejor el destino. 

Espero que estos consejos para viajar como un local y no caer en trampas turísticas te sirvan para tu próximo viaje.