En este artículo sobre qué hacer en Córdoba vamos a recorrer la provincia, desde la segunda ciudad más grande de Argentina hasta pequeños pueblitos en medio de sus valles.
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La provincia de Córdoba no suele estar entre las prioridades de los extranjeros que hacen su primer viaje a Argentina, pero es adorada por el turismo local.
Es verdad que quizás no tenga grandes atractivos de postal como Las Cataratas del Iguazú, el Glaciar Perito Moreno o los pueblitos de la Quebrada de Humahuaca, pero es el conjunto natural lo que hace de Córdoba uno de los destinos top en el turismo nacional.
Elegir qué hacer en Córdoba es una decisión difícil para quienes nunca recorrieron la provincia, ya que hay muchísimas posibilidades. Con esta guía de destinos, espero ayudarte en la elección inicial, porque una vez en viaje, los planes siempre pueden cambiar.
Si querés pasar unas semanas recorriendo, te recomiendo ver la posibilidad de hacer algunos voluntariados en Córdoba, ya que es una manera ideal de conectar de una forma más cercana con el destino, conocer a otros viajeros y ahorrar. Hay varias posibilidades en distintos lugares de la provincia.
La segunda ciudad más grande de Argentina no suele ser tenida en cuenta como un destino turístico en sí, sino como punto de partida para conocer otras zonas de la provincia de Córdoba.
Aunque quizás esta también sea tu idea, hay mucho que hacer en Córdoba capital, una ciudad famosa por su arquitectura colonial, parques y vida nocturna.
El legado español en la arquitectura colonial de Córdoba lo vas a encontrar principalmente en los alrededores de la Plaza San Martín, lo que también es el centro comercial y de mayor movimiento de la ciudad.
El Cabildo y la Catedral Nuestra Señora de la Asunción, frente a la plaza, son dos de los ejemplos más importantes de este estilo.
Caminando unos pocos metros vas a llegar a la Manzana Jesuítica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En este mismo lugar fue donde la Compañía de Jesús se asentó en 1599, siendo Córdoba el punto central para sus misiones de evangelización en el país.
Con el tiempo levantaron los edificios que hoy podés ver, como la Capilla Doméstica, el Colegio Nacional de Monserrat (todavía en funcionamiento), la antigua sede de la Universidad de Córdoba (convertido en museo), la Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba, la Residencia y la Iglesia de la Compañía de Jesús, en la que se sigue celebrando misa.
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Si bien en el centro de la ciudad es donde está la mayoría de los principales atractivos turísticos de Córdoba, hay otras zonas que te quiero recomendar:
El Barrio Güemes es mi zona preferida de Córdoba para pasear, especialmente por la noche. En estas calles se juntan los bares, restaurantes y galerías de negocios con casas de arquitectura típica de principios del Siglo XX. La Feria de Antigüedades y el Paseo de los Artesanos son dos clásicos que le dan mucha movida al barrio.
Nueva Córdoba y las calles que bordean a la cañada (el canal que cruza la ciudad) también son dos áreas llenas de vida para darte una vuelta.
Cualquiera de estos tres barrios son mis sugerencias si estás buscando dónde alojarte en Córdoba. Como te conté antes, si tu plan es quedarte algunas semanas, o lo decidís una vez que llegaste, en Worldpackers hay muchas posibilidades de hacer voluntariados en Córdoba, especialmente en todo lo relacionado con dar una mano en hostels, desde tareas de recepción hasta artísticas.
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Villa Carlos Paz es el destino de Córdoba más visitado por el turismo. Si bien es una gran ciudad (la cuarta más poblada de la provincia), y en su mayoría los que eligen viajar a Córdoba lo hacen por la naturaleza, su popularidad tiene una buena explicación: su ubicación estratégica.
Carlos Paz está a solo 35 kilómetros de la Ciudad de Córdoba, lo que da la comodidad de estar muy cerca del aeropuerto pero en un lugar mucho más tranquilo que la capital.
Haciendo base en Carlos Paz, se pueden hacer excelentes excursiones en varias direcciones. Hacia el norte podés recorrer las sierras del Valle de Punilla, con paradas como La Falda, La Cumbre y Capilla del Monte (ver descripción más abajo).
Al oeste está el macizo Los Gigantes, una reserva natural en el corazón de las Sierras Grandes y uno de los mejores destinos de la provincia para hacer trekking.
Hacia el sudoeste podés llegar al Valle de Traslasierra por el espectacular Camino de las Altas Cumbres (ver abajo); y en dirección sur está el Valle de Calamuchita con otros dos de los principales destinos turísticos de la provincia de Córdoba: Villa General Belgrano y La Cumbrecita.
La otra explicación es su infraestructura: siendo un destino tan popular, la oferta hotelera y gastronómica es enorme, como también la movida nocturna.
Estando en Villa Carlos Paz, no deberías dejar de pasar por el emblemático reloj cucú y esperar a que se abra la casita de donde sale el pájaro (esto pasa cada hora exacta y a las y media).
Subir hasta los 1000 metros del Cerro de la Cruz para tener excelentes vistas de la ciudad, es otra de las actividades que podés hacer en Carlos Paz; y, mi paseo preferido, ver el particular embudo del Dique San Roque que controla el nivel de agua del mismo, todo un espectáculo de la ingeniería hidráulica cuando está en acción.
Este enorme dique fue el más grande del mundo al momento de su inauguración en 1891, y el primero de Argentina en producir electricidad mediante energía hidráulica.
Sinónimo del legado de la inmigración centroeuropea en Argentina (especialmente alemana), Villa General Belgrano es un destino único en el país.
Familias alemanas, austríacas, suizas y del norte de Italia fueron las fundadoras de esta pequeña ciudad rodeada por los cerros del Valle de Calamuchita. Villa General Belgrano se convirtió en la colonia alemana más grande de Argentina y referente nacional de arquitectura alpina y gastronomía bávara.
La versión argentina del típico Oktoberfest alemán (Fiesta Nacional de la Cerveza) es el evento del año que más turismo atrae a la ciudad, por eso te recomiendo que si vas a viajar a Villa General Belgrano durante la primera mitad de octubre, reserves alojamiento con bastante anticipación.
Tan masiva es esta fiesta, que es el tercer Oktoberfest más grande del mundo, después del alemán y brasilero.
Si bien la cerveza artesanal y la comida alemana son el fuerte turístico de este destino, al estar rodeado de naturaleza también hay muchísimas posibilidades para dejar la ciudad y hacer caminatas por los cerros.
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A solo 40 kilómetros de Villa General Belgrano pero subiendo hasta los 1450 msnm., está este pueblito que, como dice su eslogan turístico, “es de cuentos”.
Como Villa General Belgrano, La Cumbrecita también nació como una colonia de inmigrantes llegados desde el centro de Europa. A medida que se fueron asentando y construyendo las viviendas a su estilo, el lugar tomó un carácter tirolés único que empezó a llamar la atención del turismo.
Desde ya que la llegada de los visitantes trajo muchos cambios al lugar, pero buscando no romper con la tranquilidad original, se lo declaró el único pueblo peatonal de Argentina.
Desde Villa General Belgrano podés hacer una visita por el día a La Cumbrecita, pero, en mi experiencia, pasar la noche en alguno de los alojamientos del pueblo (también hay un camping) hace que puedas disfrutar de la tranquilidad que está alterada durante el día, especialmente lo fines de semana cuando hay mucho movimiento de gente.
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La ciudad a los pies del misterioso Cerro Uritorco, nombre identificado a nivel mundial con el avistaje de ovnis y la energía sobrenatural.
Tengas interés en el “turismo ovni” o no (hay un centro de informes dedicado a esto), Capilla del Monte es una localidad para pasar unos días entre la naturaleza del Valle de Punilla. Subir hasta la cima del Uritorco (casi 2000 msnm, el más alto de Córdoba) es la actividad estrella, desde donde hay unas vistas panorámicas fantásticas.
Subir el cerro es posible sin guías durante el día, pero indispensable para los mágicos ascensos de luna llena. Nada mejor para descansar después del descenso que relajarte en las aguas termales que están en la cara occidental de la base.
Capilla del Monte fue el lugar elegido para fundar el primer templo budista zen de América Latina. La actividad principal del monasterio son los retiros intensivos que se hacen varias veces al año y las prácticas de meditación (zazen), pero también es posible conocer el lugar en una visita de introducción.
Los horarios son limitados ya que no se permite el ingreso cuando están en práctica espiritual, por eso asegurate de chequear esto en la web oficial del Templo Shobogenji. Está a 5 kilómetros de la ciudad sobre la ladera del Cerro Uritorco.
Y si preferís algo más tranquilo que subir el Uritorco, podés hacer la caminata hasta la formación geológica apodada “El Zapato”, algo que vas a entender apenas la veas. Desde acá, la vista al lago El Cajón y los cerros de la zona, es excelente.
Un orgullo de los vecinos de Capilla del Monte es su calle techada, según dicen, la primera de su estilo en toda Iberoamérica. Si llegás a venir a fines de febrero, es posible que coincidas con la particular Fiesta Alienígena que se hace en este lugar... sí, como leíste.
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La ruta que une la capital cordobesa con el Valle de Traslasierra es un fantástico recorrido de montaña por las alturas de la provincia, llamado el Camino de las Altas Cumbres. Esta ruta atraviesa la Pampa de Achala, una meseta de altura que supera los 2300 metros. Si tenés tu propio vehículo, te recomiendo que hagas este recorrido porque es de las rutas más pintorescas de Córdoba.
El Camino de las Altas Cumbres termina en Mina Clavero, el centro urbano y turístico más grande de Traslasierra. Más que quedarse en la ciudad, el plan para todos los que hacen base en Mina Clavero es hacer excursiones durante el día a las cascadas, playas de ríos cristalinos y quebradas que la rodean.
Un lugar muy accesible para ir desde Mina Clavero es el Balneario Nido del Águila, una pileta natural del río Mina Clavero con gran profundidad, rodeada por altos paredones y toboganes de piedra. Está a solo 1,5 kilómetros del centro de la ciudad.
A menos de 10 kilómetros hacia el norte de Mina Clavero está la localidad de Cura Brochero. Generalmente se visita como una excursión por el día, pero también podés alojarte en esta si preferís un lugar más tranquilo para descansar.
El gran atractivo del pueblo son las aguas cálidas del río Panaholma, con propiedades curativas para el cuerpo y el corazón; y el legado cultural y espiritual del “cura gaucho” José Brochero, de quien toma el nombre como homenaje a su trabajo.
Y 8 kilómetros hacia el sur de Mina Clavero, está este antiguo pueblo de tranquilas calles, casas de adobe y belleza natural. La “juntura de los ríos”, donde se unen el río Los Sauces con el río Chico, es un paraje perfecto para tirarse en la playa a disfrutar de la puesta del sol entre los cerros. En esta zona el agua es cálida, tranquila y poco profunda.
Si bien tanto Nono como Cura Brochero son pequeños pueblos, ambos viven principalmente del turismo, que llega en buen número durante los meses de verano.
Los jesuitas llegaron a Córdoba allá por 1599, y eligieron este lugar estratégico en el centro del país para comenzar con sus misiones de evangelización de las poblaciones locales. Como vimos antes, el lugar en el que se asentaron fue la Ciudad de Córdoba, y desde ahí fueron expandiéndose hacia distintos puntos de la provincia donde formaron distintas estancias.
Cinco de las estancias jesuíticas fueron conservadas en excelente estado, lo que llevó a la UNESCO a declararlas Patrimonio de la Humanidad junto a la Manzana jesuítica.
La estancia más visitada es la de Alta Gracia, un gran complejo fundado en 1643 que incluye la imponente iglesia Nuestra Señora de la Merced (en funcionamiento) y la residencia (convertida en museo y casa cultural).
Otra de las razones para visitar Alta Gracia es su relación con la vida de Ernesto Guevara, donde vivió parte de su infancia y adolescencia antes de ser mundialmente conocido como “el Che”.
En lo que fuera la casa de la familia Guevara funciona el museo dedicado a sus años en Alta Gracia, donde podés ver la bicicleta original con la que hizo su primer viaje por Latinoamérica y una moto del mismo modelo que utilizó en su segundo viaje.
Desde Jesús María, o mismo de la Ciudad de Córdoba (están a 55 kilómetros de distancia), podés visitar tres estancias jesuíticas muy cercanas: la de Jesús María, la Estancia Caroya y la Estancia Santa Catalina.
Es un recorrido que podés hacer perfectamente en el día. Mi plan preferido, comenzando en Jesús María, es hacerlo en bicicleta. Entre la estancia de Jesús María y la de Santa Catalina hay entre 20 y 25 kilómetros, dependiendo el camino que elijas.
En una tranquila zona serrana alejada de las grandes ciudades, está la Estancia La Candelaria. Fue levantada en 1683, y si bien es más sencilla que otras como la de Alta Gracia, es de las que mejor se conservan.
Como vimos, hay muchísimos lugares para visitar y cosas que hacer en Córdoba.
Si no tenés apuro y querés dedicarte un buen tiempo para conocer la provincia más a fondo, podés ser parte de un intercambio de trabajo en Córdoba, lo que te permitirá viajar sin pagar alojamiento.
Si nunca hiciste uno con Worldpackers, te aconsejo leer el artículo sobre 10 consejos antes de hacer tu primer voluntariado y la guía sobre cómo aumentar tus posibilidades de ser aceptado por los anfitriones de Worldpackers.
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Raquel
Mar 19, 2021
Genial!!