Hay muchas cosas a tener en cuenta antes de tomar la decisión de irse a vivir a otro país. En este artículo hacemos un repaso por lo más importante.
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La decisión de irse a vivir a otro país supone un enorme desafío, ya que no es solo el hecho de mudarse como lo haríamos de una casa a otra, sino que hay que adaptarse a una cultura diferente, con distintas maneras de relacionarse, de hacer las cosas, y posiblemente con otro idioma también.
Algo que aprendí con la experiencia es a no idealizar la vida en otros países, porque lo que desde afuera puede parecer el lugar donde todos viven felices puede no serlo tanto una vez que estás ahí, en especial cuando recién llegás y te encontrás con cuestiones legales para resolver, gastos, y que no tenés a tu círculo afectivo cerca.
Pero también creo que lo mejor es hacer tu propia experiencia y no quedarte con la duda o con las ganas de saber cómo habría sido por opiniones ajenas.
Por eso, si tu idea es irte a vivir a otro país, aunque sea por un tiempo, es importante que te informes bien, consultando con gente que ya emigró a ese lugar para que te den una visión desde adentro.
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Lo primero que deberías hacer es evaluar los motivos por los que te gustaría irte a vivir a otro país, y a partir de ello buscar qué países se adaptan mejor a lo que estás buscando.
Dentro de esta búsqueda hay varios factores a tener en cuenta, como los requisitos de ingreso al país, cómo obtener la residencia, y oportunidades que puedan facilitar tu llegada.
Por ejemplo, cuando me fui de Argentina, con 19 años, mi motivación era pasar un tiempo viviendo en algún país donde el inglés fuera el idioma nativo, para así poder practicarlo a diario y mejorar en mi trabajo como guía de turismo, además de todos los beneficios que tiene el hablar bien inglés. Con eso como meta, busqué distintas opciones, y terminé eligiendo Nueva Zelanda por la posibilidad de obtener una visa Working Holiday que me permitiera trabajar legalmente. Investigué sobre los requisitos para tramitar este visado, lo obtuve, y así fue como pasé más de un año en Nueva Zelanda y luego dos años con la Working Holiday Australia, mejorando mi inglés a la vez que generaba ingresos con los que pude ahorrar y viajar.
Los grupos de Facebook de gente que emigró a distintos países son una excelente fuente de consulta para saber más detalles sobre la vida en esos lugares. Podés buscar como “Latinos en...”, “Argentinos viviendo en...”, etc., para despejar dudas sobre temas legales e incluso encontrar oportunidades de trabajo y de alquileres.
La elección del país no es algo que se pueda hacer de un día para el otro, salvo que ya tengas los motivos claros, como una oportunidad laboral, una pareja, o porque ya estuviste un tiempo en él y querés establecerte. Si tenés la posibilidad, una buena prueba es pasar un tiempo en ese país (o esos) con visado de turista, antes de empezar con toda la burocracia que implica la residencia.
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El costo de vida y las posibilidades laborales son otros puntos fundamentales al elegir vivir en otro país.
Es importante que llegues con dinero ahorrado para mantenerte hasta conseguir trabajo, porque vas a tener que pagar un alquiler, trámites y los gastos generales al recién mudarte. Para que esos ahorros no se vayan tan rápido, sintiendo la presión de que tenés que conseguir trabajo urgente, una excelente posibilidad es empezar haciendo voluntariados.
En todo el mundo hay muchísimas vacantes para hacer trabajos como voluntaria/o, en los que ayudás durante unas horas al día en algún proyecto local y a cambio recibís alojamiento y -en muchos casos- comida, además de la gente que vas a conocer que te hará mucho más rápida la adaptación.
Esto me fue de gran utilidad tanto en Nueva Zelanda como en Australia, en los períodos que estaba sin trabajo. Teniendo el gasto cubierto de hospedaje y comidas podía buscar con más tranquilidad. Aclaro que en estos países hice siempre trabajos temporales porque mi objetivo también era recorrer, y no asentarme definitivamente en una misma ciudad.
¿Cómo encontrar los voluntariados? En la plataforma Worldpackers hay posibilidades en más de 140 países, desde ser staff en hostels hasta enseñar en escuelas, colaborar con ONGs y poner las manos en la tierra en granjas orgánicas.
La visa Working Holiday permite a jóvenes de distintos países pasar un tiempo determinado en ese lugar con un permiso de trabajo, que por lo general es de un año, pero hay casos como el de Australia que puede extenderse hasta tres si se cumplen ciertos requisitos.
Estos programas están disponibles en varios países, como Nueva Zelanda, Australia, Dinamarca, Irlanda, Noruega, Suecia, Japón, Alemania, y más.
Para poder participar de estos programas hay que cumplir con ciertos requisitos, entre los que están la edad al momento de tramitar la visa: en la mayoría de los casos el límite son los 30 años, pero en Nueva Zelanda son 35.
También tener nacionalidad de alguno de los países para los que está disponible el programa, viajar sin hijos, entre otros.
Los trabajos que podés hacer en estos programas son de los más variados. En mi caso, fueron desde juntar brócolis en el campo o empacar mejillones en una procesadora de moluscos, hasta ser manager de un resort en Noosa, un hermoso destino de playa en la Sunshine Coast australiana.
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No todo se define por la belleza de un país cuando se elije para vivir, sino que también hay otros aspectos a tener en cuenta, como costo de vida, seguridad, facilidades para los recién llegados, oportunidades laborales, trámites burocráticos y más.
Claro que decir cuáles son los mejores países para vivir es muy subjetivo, ya que eso depende de varios factores que son distintos en cada persona, que van desde el clima hasta las relaciones afectivas, pero considerando puntos como estabilidad política y económica, seguridad, educación, salud, espacios de esparcimiento, actividades culturales, entre otros, estos son considerados como algunos de los mejores países para vivir:
Su seguridad, excelente gastronomía, enorme patrimonio cultural, clima agradable, playas y bajo costo de vida en relación a los otros países de Europa Occidental, hacen que Portugal no solo sea un popular destino turístico, sino también muy elegido para asentarse, especialmente preferido por nómadas digitales y jubilados de países con economías más fuertes.
Por otro lado, sus sueldos no son de los más altos, lo que hace que sea una excelente opción si tenés un trabajo remoto pero no tanto si vas a buscarlo.
Si estás pensando en hacer un viaje, en este artículo te contamos cuáles son las 12 ciudades de Portugal más bonitas para visitar.
Y si te enamorás del país como le pasa a muchos y querés quedarte más tiempo del planificado, hay muchas vacantes para hacer voluntariados en Portugal.
“Vivir en Dinamarca es carísimo, te matan con los impuestos, pero nadie puede negar que esa plata se refleja en infraestructura, educación, salud y jubilaciones, y que los sueldos están a la altura”, me dijo una amiga que pasó un tiempo viviendo en el país. La seguridad y la corrupción política no son temas que preocupen en absoluto, también me contó, algo con lo que en Sudamérica convivía.
Claro que no todo es color de rosas en estos países, en especial cuando estás viviendo, y las frías relaciones personales fueron el punto al que nunca pudo adaptarse.
Hacer un voluntariado en Dinamarca es una excelente manera de pasar un tiempo en el país gastando poco, y como vimos, también está la opción de hacer una Working Holiday en Dinamarca, lo que te permite generar ingresos trabajando.
El clima definitivamente no es lo más tentador de vivir en Canadá, pero muchas cosas positivas tiene para que ciudades como Calgary, Vancouver y Toronto sean continuamente elegidas entre las mejores para vivir por su bajo índice de criminalidad, buena infraestructura, áreas recreativas, salud y educación.
Tierra de auroras boreales, osos polares, lagos cristalinos, fiordos, bosques tupidos y valles de tundra, si hay algo que no le falta al segundo país más grande del mundo son atractivos naturales, desde el Polo Norte hasta las Cataratas del Niágara.
Conocé los mejores paisajes de Canadá en este artículo, y tené una experiencia de viaje única haciendo un voluntariado en Canadá.
Pude experimentar en primera persona lo que tanto había escuchado: Nueva Zelanda es uno de los mejores países del mundo para vivir, con paisajes de película, seguridad, gente muy relajada, diversidad cultural con inmigrantes de todo el mundo y oportunidades laborales.
Conocé la cultura kiwi y maori conviviendo con locales. Hay varios voluntariados en Nueva Zelanda de los que podés participar.
“Down Under”, como la llaman los aussies a su tierra, es un país de extremos: la mayor parte del país es un enorme desierto donde muy poca gente vive, pero su costa es una maravilla llena playas de postal, selva tropical, olas para surfear, la barrera de coral más grande del mundo y hermosas ciudades.
Melbourne y Perth, dos ciudades en las que tuve la oportunidad de estar, también están consideradas entre las que mejor calidad de vida tienen, y otras como Brisbane, Sídney y Hobart, en Tasmania, no se quedan atrás.
Vivir en Australia es bastante costoso si no tenés un trabajo, pero podés evitar el principal gasto que es el alojamiento haciendo voluntariados en Australia.
No te pierdas: Todo lo que debes saber antes de viajar a Australia.
A estos típicos países que son ampliamente reconocidos por tener una buena calidad de vida, tenemos que sumarle otros que en los últimos años son cada vez más elegidos para vivir por quienes tienen trabajos remotos, especialmente por su bajo costo de vida, clima y paisajes, como México, Costa Rica y Tailandia.
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