¿Cómo son las personas que viajan con Worldpackers?

Hoy cumplo 4 años en Worldpackers.

De todas las cosas que he aprendido formando parte de este proyecto, lo que más me hace feliz son todas las conexiones que han surgido en este tiempo. No solo con la gente que ha pasado por aquí, sino con este mundo de gente que viaja (o recibe viajeros) de forma colaborativa. 

Me uní a estas personas y encontré una conexión de valores muy fuerte. Logré identificar en ellas las mismas ganas de crear el mundo que me gustaría que existiera.Si tenemos algo en común, es precisamente esta forma de pensar y vivir la vida, de viajar, colaborar y aprender. Lo que yo llamo “la forma de ser Worldpackers”.

No voy a hablar de las edades de los Worldpackers, de dónde son o de cuáles son sus preferencias de viaje. Voy a hablar de sus valores, ideales y sobre su forma de ver el viaje no solo como su estilo de vida, sino también como una herramienta de transformación personal.

Esta es lista de valores que he visto en esta comunidad y que, a pesar de la singularidad de cada uno/a, definen a una tribu global de gente que cree que viajar es un derecho universal.

1. Viajar solo para crear recuerdos ya no tiene sentido

Viajar se ha convertido en sinónimo de conexión. Con otras personas y culturas, similares y diferentes.Viajar es una forma de expresión. Otra forma de vivir y otros caminos posibles, porque la libertad es inherente en la naturaleza del ser humano.

Viajar no es un alimento para el ego. No es una foto de Instagram, sino un apretón de manos en el momento de decir adiós. Es un abrazo como invitación, que quiere decir “cuando vengas a mi ciudad, las puertas de mi casa estarán abiertas para recibirte”.

En un mundo en el que la tecnología hace posible que hayan tantas nuevas conexiones -para colaborar, compartir trayectos, para hacer intercambios y desconectar-viajar sigue siendo la mejor herramienta (offline y al aire libre) de autoconocimiento.

Viajar es tener actitud para hacer que las cosas pasen, confianza para abandonar lo que no tiene sentido, coraje para seguir adelante cuando queremos parar y asumir que debemos entregarnos al momento presente.

2. Viajar es una misión, no un pasatiempo

Viajar es una responsabilidad. Es saber cuál es nuestro lugar, es aceptar un mundo totalmente diferente al nuestro. Es comprender la historia de cada país, cada cultura, cada pueblo, cada comunidad, cada tribu, cada familia. Es la oportunidad de escuchar la historia de los demás.

Viajar es tener sentido común. Es respetar las diferencias, necesidades y limitaciones de cada región. Es tener claro que no todo lugar ha sido creado para recibir a millones de turistas y por eso, deberías considerar visitarlos.

Es entender de dónde venimos y hacia donde -siempre viajando- vamos.

3. Aprendemos de la experiencia

Versus aprender de libros o diapositivas.

Viajando, andando, perdiéndose, conversando, intentando, no entendiendo, siguiendo adelante, oyendo, construyendo, probando, consiguiendo, evolucionando.

Viajar es nuestra herramienta de aprendizaje continuo y plural. No es una clase que te permite pasar (o no) al siguiente curso. Viajar es una escuela, la facultad, “¡ha pasado un año y parece que han sido cuatro!”.

4. La colaboración supera la competición

No pedimos nada gratis. Queremos retribuir a las personas y al mundo, y no sólo recibir. No hay que pasar por encima del otro para conseguir algo o aprovecharse de los demás para avanzar. El bien común supera el éxito individual.

La colaboración es la clave para la efectividad, eficiencia y éxito de todas las relaciones.

5. Valoramos las experiencias vs. cosas materiales

Al final, estamos aquí por la experiencia. Incluso habiendo crecido en un mundo con valores opuestos, valoramos más a las personas que a las cosas.

Las cosas materiales tienen precio y las cosas inmateriales (amor, amistad, aprendizaje, conocimiento, etc) tienen valor.

6. Acumular cosas no tiene sentido

No nos llevaremos nada cuando nos vayamos de aquí.

Voy a compartir todo lo que pueda: cosas, historias, experiencias, habilidades, talentos. Quiero dejarme guiar por todo lo que he aprendido. Quiero dar, por todo lo que he recibido.

Practicamos el "esencialismo". Vivir con lo esencial es más que suficiente.

7. Afrontamos el miedo a lo desconocido como algo positivo

Está bien sentir pavor al estar en una zona de confort.

No es que no valoremos el confort de estar en el lugar en el que queremos estar, libres para vivir la vida que queremos vivir. Pero nos estamos desapegando de las viejas costumbres, de los absurdos condicionamientos y del status quo sin sentido.

“Hacemos cambios cuando el dolor de quedarnos donde estamos es mayor que nuestro miedo a cambiar”. Y es así como tomamos la decisión vivir una nueva experiencia.

8. Intercambiamos esperanza por confianza

La esperanza es una forma poética de esperar eternamente por el mañana que nunca llegará. El empoderamiento de verdad, comienza cuando decidimos vivir basándonos en nuestro poder de tomar decisiones y no en nuestro miedo.

Orgullo, egoísmo, venganza...todo lo que alimenta los miedos y las ilusiones desaparecerá mientras estés haciendo la maleta para irte de viaje.

9. Sentir amor por el presente

No encontrarás la felicidad en un futuro lejano. La verdadera alegría está en vivir el presente, porque es la clave para construir un futuro lleno de libertad. Es por eso que cada problema tenía que haber ocurrido exactamente de esa forma.

En otras palabras, tenemos que estar agradecidos por cada experiencia.

10. Quejarse no resuelve un problema

Los problemas son oportunidades. Oportunidades para ver una situación de otra forma. Entender a las personas desde otras perspectivas. Contemplar el mundo con otros ojos. Quejándote no resuelves nada. Solo ayudas a propagar una energía negativa que provoca que la situación sea más difícil de resolver. Solo aumenta el tamaño del desafío.

Cuanto más viajamos, entendemos mejor que los problemas son extremadamente relativos y que casi siempre siguen la pauta de una perspectiva de vida egoísta. “Si las cosas no salen como a mí me gustaría, tendremos un problema”.

Olvídalo. Mira todas las oportunidades que tienes en el mundo para cambiar tu perspectiva actual. ¡Mira cuánta gente abre las puertas para recibirte, para transformar tu vida!

11. Para todo conflicto, hay diálogo

No existe solución más pacífica que el diálogo. Dos (o más) personas compartiendo con sinceridad sus visiones para entenderse juntas. Todo conflicto es el resultado de un enfrentamiento de dos visiones diferentes del mundo que chocan entre ellas por falta de comprensión y que no consiguen ponerse de acuerdo.

Los conflictos construyen barreras porque solo tienen en cuenta las diferencias y no se conforman con lo que tenemos en común.

Al final todos queremos el bien, todos queremos ayudarnos, todos queremos construir un mundo mejor. Para ello, el diálogo (sincero, acogedor, permisivo) es la mejor opción.

12. Aprovechamos la soledad

Viajar solo, estar solo.

No es una etapa en la vida (algo que se hace por lo menos una vez y listo, fuera de la lista), sino un proceso continuo de autoconocimiento y autocompasión.

Aprender a valorar tu soledad es estar bien contigo mismo, sin necesitar de nada ni de nadie. Lo que nos ha traído hasta aquí es lo que probablemente lo nos llevará a la próxima etapa de esta jornada, por el anhelo de querer más (nos conocemos más).

Aceptamos acoger nuestra presencia para acoger al mundo. Nos preparamos para recibir con los brazos y el corazón abierto los encuentros con nuevas personas en el camino.

13.Queremos inspirar dando ejemplo

Es difícil, pero finalmente admitimos que no tenemos control sobre las demás personas, es por eso que no tiene sentido intentar cambiarlas o encajarlas en nuestra visión del mundo.

Lo único que podemos hacer es ser nosotros mismos, actuando con madurez, verdad y conciencia, para que nuestros ejemplos tengan un nuevo insight en ellos, otra forma de ver el mundo, una nueva manera de vivir, una nueva posibilidad para dejar de lado la rutina.

Nuestra forma de vivir es nuestro mejor ejemplo. Nuestro viaje es nuestro mensaje.

14. Nos mueve el sentido de responsabilidad

¿Qué es lo que el mundo necesita? ¿Cómo puedo ayudarte en este momento? ¿Qué deberíamos hacer esta situación? Este es el motor que guía nuestras decisiones.

Auto-responsabilidad. La característica más importante para hacer del mundo un lugar mejor.

15. La diversidad es una fortaleza

Personas, culturas, etnias, razas, géneros, pensamientos. Toda forma de diversidad y pluralidad transforma a un grupo en una comunidad más fuerte.

16. El aprendizaje número uno es el autoconocimiento

Todo lo que ocurre es consecuencia de conocernos a nosotros mismos.

Ahora que sabemos mejor quiénes somos, todas las decisiones que tomemos en la vida tendrán sentido y un mejor propósito.

17. Queremos descubrir nuestro propósito

No sólo queremos sobrevivir, sino vivir intensamente nuestras vidas porque sabemos el valor que poseen.

Sabemos que todos tenemos un propósito. ¿Cuál es el tuyo?

18. Queremos compartir nuestro propósito

Queremos enseñar, dar, colaborar. El conocimiento adquirido pierde su valor si no es compartido. Queremos impactar a otras personas. Ser parte de algo más grande que ayuda al mundo a caminar hacia adelante. Estar junto a otras personas que también quieren lo mismo.

Creemos en un mundo mejor que solo puede volverse real cuando todos tengamos el mismo propósito.

19. Viajar cambia a las personas

Estamos en este viaje para convertirnos en mejores personas.

Cuando me conozco, conozco el mundo, sé exactamente mi lugar en él y cómo puedo transformarlo.

Quien se va de viaje sabe que nunca volverá siendo el mismo.

20. Quien viaja, es capaz de cambiar el mundo

Es por eso que nunca vamos a dejar de viajar.