Japón tiene la fama de ser uno de los países más caros del mundo, y si bien es verdad que el presupuesto necesario es bastante más alto que para otros países del continente como los del Sudeste Asiático, India, Nepal o China, también existen muchas maneras de viajar barato por Japón. De hecho, el Yen a sufrido una devaluación, lo que hace que actualmente sea más barato que años atrás.
Cuánto cuesta viajar a Japón: temporada más económica
La época más económica para viajar a Japón es entre los meses de noviembre a principios de marzo, excluyendo las semanas de vacaciones de fin de año. Durante este período, los precios de los vuelos y alojamientos son más bajos, además de que podrás disfrutar de los principales lugares turísticos con menos gente.
La parte negativa de la temporada más económica para visitar Japón, es que son los meses más fríos, aunque a comienzos de noviembre y de mediados de marzo en adelante, el clima es agradable para recorrer.
Por otro lado, la época más cara para visitar Japón es durante la primavera debido a la Golden Week (serie de feriados nacionales a finales de abril y principios de mayo) y la floración de los cerezos (fines de marzo a principios de mayo), y en otoño, especialmente durante Obon (festival para recordar a los ancestros a mediados de agosto). Claro que también los precios suben en las vacaciones de fin de año.
Lo mejor de esta época es evidentemente el clima, ya que evitas el calor intenso del verano, la temporada de lluvias y el frío del invierno.
Costos de transporte en Japón
No cabe duda alguna sobre lo eficiente que resultan ser el sistema ferroviario japonés al conectar casi todas las localidades del país con una puntualidad intachable y a gran velocidad. También se destaca en el mundo por su limpieza y comodidades como Wi-Fi gratuito.
Claro que este beneficio también trae aparejado un elevado costo, en especial si quieres tomar los trenes de alta velocidad de la compañía Shinkasen.
Por ejemplo, el pasaje en tren entre Tokio y Osaka cuesta entre JPY 13.500 y 14.500 (USD 97 - 105), dependiendo si usas el servicio más rápido (Nozomi, 2:30 hs de viaje), intermedio (Hikari, poco más de 3 horas) o más lento (Kodama, más de 4 hs).
Si piensas hacer varios trayectos en tren, puedes comprar el JR Pass que significará un importante descuento. El pase de 7 días cuesta JPY 29.650 (USD 210), mientras que el de 14 días JPY 47.250 (USD 340). Esto te permitirá hacer viajes ilimitados en todos los servicios de JR, incluyendo los trenes Shinkasen, el Miyajima Ferry y el Monoriel de Tokio, entre otros.
Teniendo como ejemplo el mismo trayecto de Tokio a Osaka, un viaje en bus te costará alrededor de JPY 4500 (USD 32). La gran diferencia, además de la comodidad, es que demora aproximadamente 9 horas, pero la ventaja de esto es que puedes optar por el servicio nocturno y ahorrarte el gasto de una noche de alojamiento. Este es sin dudas uno de los tips fundamentales para viajar barato por Japón.
Transporte urbano
En Tokio, un billete de metro cuesta entre JPY 180 y 330 (USD 1,20 - 2,20), dependiendo del tipo de tren y la cantidad de estaciones que recorras. Dada las dimensiones de la ciudad, seguramente tengas que tomar varios durante tu visita. En la página tokyometro.jp puedes encontrar todas las tarifas.
Los autobuses en Tokio tienen una tarifa fija de JPY 210 (USD 1,40).
En Osaka, el metro cuesta entre JPY 190 (USD 1,25 - viajes de 3 km o menos) hasta JPY 390 (USD 2,60 - más de 19 kilómetros). Mientras que los autobuses salen JPY 200 (USD 1,30).
Precios de comida en Japón
La gastronomía japonesa tiene platos emblemáticos como el sushi, ramen, takoyaki, onigiri, taiyakis, tempura, okonomiyaki, shabu-shabu, entre tantos otros. Esto lo hace un destino fantástico para el turismo gastronómico, salvo que seas vegetariano ya que las opciones son limitadas. Como archipiélago, y por el poco espacio para el desarrollo de la ganadería, la presencia de pescados y mariscos es muy fuerte.
Un bol de ramen en un lugar económico te costará entre JPY 1000 y 1500 (USD 6,50 - 10). Una comida de sushi ronda los JPY 2000 - 2500 (USD 13 - 16,50) en un restaurante de sushi simple, como los tan característicos de la cinta transportadora. El takoyaki ronda los JPY 300 - 400 por un set de seis bolas. Para el almuerzo, muchos restaurantes tienen ofertas de teishoku (menú del día) por unos JPY 1000 (USD 6,50).
Para alimentarte entre comidas, puedes conseguir snacks en negocios como 7-Eleven, Family Mart o 100-Yen Shops por JPY 100 - 200 (USD 0,65 - 1,30).
En los supermercados puedes conseguir las bento box (bandejas de comida) por unos JPY 500 - 800 (USD 3,30 - 5,30) con descuento por la noche en lo que no se vendió.
Si cocinas ahorrarás mucho, ya que los ingredientes en el supermercado son económicos.
Cuánto cuesta viajar a Japón: alojamiento
Aquí viene el gran gasto de un viaje por Japón. Si viajas solo por Japón y te alojas en habitaciones compartidas de hostels, calcula alrededor de USD 20 por noche, dependiendo del destino y la época en la que viajes.
Viajando de a dos te resultará más barato, ya que por USD 30 - 40 puedes conseguir habitaciones dobles en hoteles económicos. Claro que esto no se da en todos los casos, pero si buscas con anticipación en las páginas de reservas y no viajas en temporada alta, puedes encontrar ofertas.
Viaja por Japón sin gastar en alojamiento
Si realmente quieres ahorrar dinero y tener una experiencia bien local, puedes hacer voluntariados a través de Worldpackers. Esto significa que puedes colaborar en emprendimientos y proyectos locales durante algunas horas al día y a cambio recibir alojamiento y -en muchos casos- comidas.
No solo que evitarás el gasto de hospedaje, sino que al convivir con gente local te permitirá conocer desde adentro la atrapante cultura japonesa, y quizás quedarte más tiempo en el país del que calculabas.
En Japón hay muchísimas actividades que puedes hacer sin necesidad de gastar dinero en entradas de museos o castillos, pero veamos algunos precios generales de atractivos turísticos para que tengas una idea:
Castillos: las entradas para los castillos más famosos de Japón, como el de Nagoya, Matsumoto, Osaka, Hiroshima y Himeji cuestan entre JPY 400 y 1000 (USD 2,60 - 6,50).
Templos: la mayoría de los sitios religiosos son gratuitos, como el Senso-ji y el Santuario Meiji de Tokio, y Fushimi Inari en Kioto (el del camino de arcos torii rojos).
Palacio Imperial de Kioto: gratuito
Museo de la Paz de Hiroshima: JPY 200
Kinkaku-ji de Kioto (Pabellón Dorado): JPY 500
Jardín Shinjuku Gyoen en Tokio: JPY 500
Great Buddha Hall de Nara: JPY 800
Museo Ghibli: JPY 1000
Subir a la Tokyo Tower: JPY 1200 (mirador principal) 2800 (mirador principal y cima)
Consejos de ahorro en tu viaje a Japón
Hasta acá vimos precios generales para que te hagas una idea de cuánto cuesta viajar a Japón, pero puedes reducir bastante tu presupuesto con estos consejos de ahorro:
Alójate en un lugar con cocina y prepara tus comidas.
Aprovecha los descuentos en comida lista de los supermercados por la noche.
En lo posible, evita que tu viaje coincida con fechas de festivos y vacaciones.
Haz voluntariados para evitar el gasto de alojamiento.
Viaja en bus nocturno para ahorrar una noche de alojamiento en los trayectos más largos.
Llévate calzado cómodo y camina mucho en las ciudades, así ahorrarás mucho dinero en transporte público.
No sientas la "presión" de visitar todos los atractivos turísticos más famosos que cobran entradas, hay muchísimo por disfrutar de manera gratuita.
Si te gustan estos consejos, sigue las redes sociales de Worldpackers para estar al tanto de las novedades: estamos en Instagram, Tiktok y YouTube.
¡Únete a la comunidad!
Crea una cuenta gratis en Worldpackers para encontrar oportunidades de voluntariado perfectas para ti y acceder a descuentos de viaje exclusivos!
Percy Saul
Mar 02, 2025
Dinastia
𝙇𝙤𝙨 𝙩𝙧𝙚𝙨 𝙥𝙧í𝙣𝙘𝙞𝙥𝙚𝙨 𝙂𝙪𝙥𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙪𝙨 𝙖𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖ñ𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙚𝙡𝙚𝙛𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙗𝙡𝙖𝙣𝙘𝙤𝙨, 𝙚 𝙞𝙗𝙖𝙣 𝙖𝙫𝙖𝙣𝙯𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙪𝙣𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙘𝙞𝙤𝙨𝙖 𝙖𝙫𝙚𝙣𝙞𝙙𝙖, 𝙨𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙪𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙥𝙞𝙚𝙙𝙧𝙖 𝙡𝙖𝙗𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙧𝙚𝙞𝙣𝙤. 𝙇𝙤𝙨 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙩𝙤𝙨 𝙗𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙮 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥é𝙩𝙖𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙚𝙭ó𝙩𝙞𝙘𝙖 𝙛𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙖𝙧𝙧𝙤𝙟𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙞𝙪𝙙𝙖𝙙𝙖𝙣𝙤𝙨. 𝘼𝙣𝙩𝙚 𝙚𝙡𝙡𝙤𝙨, 𝙞𝙗𝙖𝙣 𝙚𝙡𝙚𝙫á𝙣𝙙𝙤𝙨𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙣𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙢𝙪𝙧𝙤𝙨 𝙮 𝙡𝙖𝙨 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨 𝙘ú𝙥𝙪𝙡𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙧𝙧𝙖𝙢𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙨𝙤𝙢𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙙𝙪𝙘í𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙖 𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙡𝙖𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞. 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙘𝙧𝙪𝙯𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙖𝙧𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙧 𝙗𝙡𝙖𝙣𝙘𝙤 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙯𝙖𝙙𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙧𝙚𝙗𝙤𝙧𝙙𝙚 𝙙𝙚 𝙗𝙤𝙧𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙢á𝙧𝙢𝙤𝙡, 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖𝙗𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙡é𝙣𝙙𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙟𝙖𝙧𝙙𝙞𝙣𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙧𝙚𝙘𝙧𝙚𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙢𝙤𝙣𝙖𝙧𝙘𝙖.
𝙉𝙞𝙧𝙚𝙠 𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞, 𝙞𝙗𝙖 𝙤𝙧𝙜𝙪𝙡𝙡𝙤𝙨𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙡𝙖𝙣𝙩𝙚; 𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩, 𝙚𝙡 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙝𝙞𝙟𝙤, 𝙡𝙤 𝙨𝙚𝙜𝙪í𝙖 𝙙𝙚 𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖, 𝙖𝙩𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙖 𝙚𝙢𝙥𝙪ñ𝙖𝙧 𝙨𝙪 𝙛𝙞𝙡𝙤𝙨𝙖 𝙖𝙧𝙢𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤, 𝙮, 𝙖𝙨𝙞𝙢𝙞𝙨𝙢𝙤, 𝙉𝙖𝙮𝙖𝙠𝙖𝙣, 𝙨𝙪 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤 𝙢𝙚𝙣𝙤𝙧 𝙮 𝙤𝙩𝙧𝙤 𝙫𝙞𝙧𝙩𝙪𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙧𝙢𝙖𝙨, 𝙞𝙗𝙖 𝙙𝙚𝙩𝙧á𝙨 𝙙𝙚 𝙚𝙡𝙡𝙤𝙨. 𝙇𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙜𝙪í𝙖𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙩𝙧á𝙨 𝙛𝙞𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙜𝙪𝙖𝙧𝙙𝙞𝙖𝙨 𝙖𝙧𝙢𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙣𝙯𝙖𝙨. 𝘼𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡, 𝙖𝙫𝙖𝙣𝙯𝙖𝙗𝙖 𝙪𝙣 𝙡𝙖𝙧𝙜𝙤 𝙨é𝙦𝙪𝙞𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙖𝙘𝙚𝙧𝙙𝙤𝙩𝙚𝙨, 𝙚𝙨𝙤𝙨 𝙫𝙞𝙚𝙟𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙙𝙞𝙘𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙖𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙡𝙚𝙮𝙚𝙨 𝙙𝙞𝙫𝙞𝙣𝙖𝙨, 𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙧𝙫𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙖𝙣𝙩𝙞𝙜𝙪𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙜𝙖𝙢𝙞𝙣𝙤𝙨. 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙞𝙗í𝙖𝙣 𝙨𝙖𝙡𝙪𝙙𝙤𝙨 𝙖𝙡𝙚𝙜𝙧𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙪𝙚𝙗𝙡𝙤.
𝙀𝙡 𝙣𝙖𝙘𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙧í𝙣𝙘𝙞𝙥𝙚 𝙉𝙞𝙧𝙚𝙠 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙞ó 𝙚𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙩𝙧𝙖𝙣𝙦𝙪𝙞𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚, 𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙡𝙖 𝙥𝙡𝙖𝙩𝙚𝙖𝙙𝙖 𝙇𝙪𝙣𝙖 𝙙𝙖𝙗𝙖 𝙨𝙪 𝙨𝙚𝙧𝙚𝙣𝙤 𝙧𝙤𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙮 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙡𝙖𝙯𝙖𝙗𝙖 𝙖 𝙩𝙧𝙖𝙫é𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨. 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙨𝙖𝙗í𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙙𝙚 𝙧𝙖í𝙯 𝙞𝙣𝙨í𝙥𝙞𝙙𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙚 𝙙𝙪𝙡𝙘𝙚𝙨 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤𝙨.
―¿𝘾ó𝙢𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙡𝙡𝙖? ―𝙥𝙧𝙚𝙜𝙪𝙣𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙚𝙭𝙖𝙡𝙩𝙖𝙙𝙤.
―𝙈𝙞 𝙎𝙚ñ𝙤𝙧, 𝙨𝙪 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙖 𝙆𝙪𝙣𝙩𝙖𝙣𝙖 𝙖𝙘𝙖𝙗𝙖 𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙞𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝙨𝙖𝙡𝙪𝙙 𝙪𝙣 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙤 𝙣𝙞ñ𝙤, 𝙩𝙖𝙣 𝙡𝙪𝙢𝙞𝙣𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖 𝙇𝙪𝙣𝙖 ―𝙡𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙚𝙨𝙩ó 𝙚𝙡 𝙢é𝙙𝙞𝙘𝙤 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙥𝙖𝙡.
𝙐𝙣𝙤𝙨 𝙙í𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨, 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙞ó 𝙡𝙖 𝙘𝙚𝙧𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙙𝙖𝙧𝙡𝙚 𝙪𝙣 𝙣𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙖𝙡 𝙗𝙚𝙗é; 𝙨𝙚 𝙡𝙚 𝙗𝙚𝙣𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙮 𝙡𝙤𝙨 𝙨𝙖𝙘𝙚𝙧𝙙𝙤𝙩𝙚𝙨 𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙡𝙖𝙧𝙜𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙣𝙖 𝙙𝙚 𝙧𝙞𝙦𝙪𝙚𝙯𝙖 𝙮 𝙨𝙖𝙗𝙞𝙙𝙪𝙧í𝙖. 𝘿𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨, 𝙚𝙡 𝙣𝙞ñ𝙤 𝙛𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙧𝙚𝙜𝙖𝙯𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙮 𝙧𝙚𝙘𝙞𝙗𝙞ó 𝙨𝙪 𝙗𝙚𝙣𝙙𝙞𝙘𝙞ó𝙣. 𝙀𝙡 𝙨𝙖𝙘𝙚𝙧𝙙𝙤𝙩𝙚 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙥𝙖𝙡 𝙤𝙛𝙧𝙚𝙘𝙞ó 𝙨𝙪 𝙥𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧𝙞𝙖 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙞𝙤𝙨𝙚𝙨 𝙮 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥í𝙧𝙞𝙩𝙪𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙖𝙣𝙩𝙚𝙥𝙖𝙨𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙖𝙣, 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙤𝙗𝙩𝙚𝙣𝙚𝙧 𝙨𝙪𝙨 𝙗𝙚𝙣𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨. 𝙇𝙤𝙨 𝙘𝙡𝙖𝙧𝙞𝙫𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙥𝙧𝙚𝙙𝙞𝙟𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙡𝙜ú𝙣 𝙙í𝙖, 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙧í𝙖 𝙢𝙚𝙢𝙤𝙧𝙖𝙗𝙡𝙚𝙨 𝙖𝙘𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨, 𝙮 𝙨𝙚𝙧í𝙖 é𝙡 𝙪𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙞𝙜𝙞𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙘𝙧𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧. 𝙉𝙞𝙧𝙚𝙠 𝙨𝙚𝙧í𝙖 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙣 𝙥𝙚𝙣𝙨𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙮 𝙚𝙣 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙤𝙨; 𝙚𝙡 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞 𝙩𝙚𝙣𝙙𝙧í𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙚𝙡𝙚𝙫𝙖𝙙𝙖, 𝙨𝙪𝙨 𝙖𝙘𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙨𝙚𝙧í𝙖𝙣 𝙧𝙚𝙘𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚𝙨, 𝙮 𝙨𝙚𝙧í𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙧𝙚𝙘𝙝𝙤, 𝙚𝙡 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙋𝙖𝙣𝙮𝙖𝙗.
𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩 𝙚𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞, 𝙮 𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙤𝙨 𝙖ñ𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙣𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙉𝙞𝙧𝙚𝙠. 𝘿𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙤 𝙨𝙚 𝙣𝙤𝙩𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙚𝙣 é𝙡 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙖𝙩𝙡é𝙩𝙞𝙘𝙖𝙨.
―Ó𝙮𝙚𝙢𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙤𝙨𝙖 ―𝙙𝙚𝙘í𝙖 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞―. 𝙋𝙧𝙤𝙣𝙩𝙤 𝙚𝙡 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙖𝙧á 𝙡𝙖 𝙨𝙪𝙖𝙫𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙙𝙚 𝙩𝙪𝙨 𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨 ¡𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙖𝙧á 𝙚𝙡 𝙡𝙤𝙢𝙤 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙡𝙚𝙛𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖!
𝘼𝙡 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩, 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙡𝙚 𝙤𝙗𝙨𝙚𝙦𝙪𝙞ó 𝙪𝙣𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙥𝙡𝙚𝙣𝙙𝙤𝙧 𝙨𝙞𝙣 𝙞𝙜𝙪𝙖𝙡. 𝙀𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙧𝙚𝙜𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙞𝙤𝙨𝙚𝙨, 𝙮 𝙖𝙡 𝙧𝙚𝙘𝙞𝙗𝙞𝙧𝙡𝙤, 𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩 𝙦𝙪𝙞𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙚𝙧𝙩𝙞𝙧𝙨𝙚 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙢𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤. 𝙇𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙙𝙖, 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙖𝙙𝙤𝙧𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙧𝙤𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙙𝙞𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙤𝙧𝙤 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙤𝙢𝙤, 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙖𝙣𝙨𝙖𝙗𝙖 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙪𝙣 𝙛𝙤𝙣𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙢𝙖𝙡𝙩𝙚 𝙣𝙚𝙜𝙧𝙤. 𝘼𝙙𝙚𝙢á𝙨, 𝙩𝙚𝙣í𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙨í𝙢𝙗𝙤𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙞𝙢𝙥𝙚𝙧𝙞𝙤 𝙩𝙖𝙡𝙡𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙢𝙖𝙣𝙜𝙤. 𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩 𝙢𝙖𝙣𝙞𝙥𝙪𝙡ó 𝙚𝙡 𝙖𝙧𝙢𝙖, 𝙮 𝙨𝙞𝙣𝙩𝙞ó 𝙖𝙨𝙤𝙢𝙗𝙧𝙤 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙡𝙖 𝙝𝙤𝙟𝙖 𝙘𝙤𝙧𝙩ó 𝙚𝙡 𝙖𝙞𝙧𝙚.
𝙉𝙖𝙮𝙖𝙠𝙖𝙣, 𝙚𝙡 𝙩𝙚𝙧𝙘𝙚𝙧 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞, 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖𝙧𝙩í𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙞𝙧𝙩𝙪𝙤𝙨𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙞𝙣𝙣𝙖𝙩𝙖 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙢𝙗𝙖𝙩𝙚. 𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙥𝙧í𝙣𝙘𝙞𝙥𝙚 𝙙𝙚 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙤𝙨, 𝙩𝙚𝙣í𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙖𝙛𝙚𝙘𝙩𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪𝙨 𝙛𝙖𝙢𝙞𝙡𝙞𝙖𝙧𝙚𝙨, 𝙮 𝙡𝙤𝙨 𝙫𝙞𝙨𝙞𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙛𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖.
𝙋𝙖𝙧𝙖𝙢𝙟𝙞𝙩, 𝙥𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙙𝙚 𝙊𝙩𝙖𝙡𝙞, 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙖𝙘𝙖𝙗𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙧𝙚𝙘𝙩𝙞𝙩𝙪𝙙, 𝙝𝙤𝙣𝙤𝙧𝙖𝙗𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙮 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙧𝙚𝙨𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 𝙥𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙖𝙨. 𝙐𝙣 𝙙í𝙖, 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚𝙧ó 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙤𝙛𝙞𝙘𝙞𝙖𝙡𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙩𝙞𝙜𝙞𝙤, 𝙮 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙩𝙤𝙨, 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙧𝙩𝙞𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙡𝙖 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙘𝙘𝙞ó𝙣 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙖𝙧𝙞𝙖 𝙖 𝙨𝙪𝙨 𝙣𝙞𝙚𝙩𝙤𝙨. 𝘼𝙨í, 𝙨𝙚 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙘ó 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙗ú𝙨𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙘𝙩𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙧𝙚𝙞𝙣𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖𝙧 𝙖 𝙘𝙖𝙗𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙩𝙖𝙧𝙚𝙖.
𝘽𝙞𝙧𝙚𝙣𝙙𝙧𝙖 𝙚𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖𝙡 𝙫𝙖𝙡𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙮 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤. 𝘼𝙡 𝙨𝙖𝙗𝙚𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙣𝙩𝙞𝙜𝙪𝙤 𝙚𝙢𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧, 𝙨𝙚 𝙤𝙛𝙧𝙚𝙘𝙞ó 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙣𝙨𝙚ñ𝙖𝙧 𝙡𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙙𝙖 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙧í𝙣𝙘𝙞𝙥𝙚𝙨 𝙂𝙪𝙥𝙩𝙖, 𝙮 𝙚𝙡 𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙞𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙖𝙧𝙜ó 𝙢𝙪𝙮 𝙗𝙞𝙚𝙣 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙨𝙪𝙣𝙩𝙤. 𝙎𝙪𝙨 𝙥𝙖𝙡𝙖𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙧𝙩𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙚𝙡 𝙫𝙚𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙞𝙜𝙣𝙤𝙧𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙮 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙡𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙖𝙘í𝙖 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙗𝙖𝙩𝙖𝙡𝙡𝙖. 𝙀𝙡 𝙫𝙞𝙚𝙟𝙤 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙚𝙧𝙤 𝙙𝙚𝙟ó 𝙥𝙡𝙖𝙨𝙢𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙡𝙞𝙚𝙣𝙯𝙤𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙣𝙨𝙚ñ𝙖𝙣𝙯𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙧𝙩𝙚𝙨 𝙗é𝙡𝙞𝙘𝙖𝙨, 𝙮 𝙡𝙖 𝙥𝙡𝙪𝙢𝙖 𝙙𝙖𝙣𝙯ó 𝙖𝙡 𝙧𝙞𝙩𝙢𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙝𝙖𝙯𝙖ñ𝙖𝙨.
𝘽𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙖 𝙩𝙪𝙩𝙚𝙡𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙧𝙚𝙣𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚, 𝙡𝙤𝙨 𝙟ó𝙫𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙚𝙡 𝙨𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙖𝙧𝙢𝙖𝙨, á𝙫𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤, 𝙮 𝙨𝙚𝙙𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙜𝙡𝙤𝙧𝙞𝙖. 𝘼𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙨𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙚𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙨𝙞𝙙í𝙖 𝙚𝙣 𝙚𝙡𝙚𝙫𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙥𝙤𝙧 𝙚𝙣𝙘𝙞𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙖𝙨𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙚𝙛í𝙢𝙚𝙧𝙖𝙨 𝙮 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙤𝙨 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙖𝙣𝙤𝙨; 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖 𝙗𝙖𝙩𝙖𝙡𝙡𝙖 𝙟𝙪𝙨𝙩𝙖 𝙖𝙗𝙧𝙖𝙯𝙖𝙗𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙚𝙡𝙖𝙨, 𝙖𝙘𝙤𝙜í𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙨 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙭𝙥𝙡𝙤𝙧𝙖𝙗𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙢á𝙨 𝙣𝙤𝙗𝙡𝙚𝙨 𝙢é𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙚𝙘𝙝𝙖𝙗𝙖 𝙚𝙡 𝙖𝙣𝙨𝙞𝙖 𝙞𝙣𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙦𝙪𝙞𝙨𝙩𝙖 𝙙𝙚𝙨𝙢𝙚𝙙𝙞𝙙𝙖.
𝙊𝙟𝙖𝙮𝙞𝙩 𝙥𝙧𝙖𝙘𝙩𝙞𝙘𝙖𝙗𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙙𝙖, 𝙮 𝙨𝙪𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖ñ𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙤𝙗𝙨𝙚𝙧𝙫𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙡𝙖 𝙨𝙤𝙡𝙩𝙪𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙢𝙤𝙫𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨, 𝙡𝙖 𝙜𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙧𝙞𝙩𝙢𝙤𝙨 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙖𝙧𝙞𝙚𝙙𝙖𝙙 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙖𝙩𝙖𝙦𝙪𝙚𝙨. 𝙀𝙡 𝙥𝙧í𝙣𝙘𝙞𝙥𝙚 𝙥𝙧𝙖𝙘𝙩𝙞𝙘ó 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙨𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙤 𝙝𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙖 𝙡𝙖 𝙚𝙭𝙘𝙚𝙡𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙮 𝙖𝙡 𝙞𝙜𝙪𝙖𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨, 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙯ó 𝙚𝙡 𝙧í𝙜𝙞𝙙𝙤 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚𝙣𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙙í𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙚𝙡𝙖 𝙢𝙞𝙡𝙞𝙩𝙖𝙧.
𝙇𝙤𝙨 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙚𝙣𝙨𝙚ñ𝙖𝙣𝙯𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙤𝙗𝙚𝙙𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙮 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙖ñ𝙤𝙨, 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨, 𝙮 𝙖𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙘𝙤𝙣𝙘𝙚𝙥𝙩𝙤𝙨 𝙛𝙞𝙡𝙤𝙨ó𝙛𝙞𝙘𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖. 𝙊𝙗𝙩𝙪𝙫𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙢𝙖𝙮𝙤𝙧 𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙖 𝙛í𝙨𝙞𝙘𝙖, 𝙢𝙖𝙣𝙚𝙟𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙩𝙚𝙢𝙤𝙧, 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙡𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙘𝙚𝙣𝙩𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙡 𝙮, 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤, 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙤 𝙙𝙤𝙢𝙞𝙣𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙨𝙥𝙖𝙙𝙖. 𝙇𝙤𝙨 𝙜𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖𝙡𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚𝙧𝙖𝙗𝙖𝙣 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙘𝙞𝙧𝙘𝙪𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙚𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖. 𝙇𝙤𝙨 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚𝙨 𝙖𝙙𝙞𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙥𝙤𝙙í𝙖𝙣 𝙚𝙨𝙘𝙖𝙡𝙖𝙧 𝙖𝙡𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙪𝙧𝙤𝙨 𝙮 𝙩𝙧𝙖𝙨𝙡𝙖𝙙𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙛𝙤𝙧𝙩𝙖𝙡𝙚𝙯𝙖𝙨 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙖𝙨 𝙨𝙞𝙣 𝙨𝙚𝙧 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙪𝙗𝙞𝙚𝙧𝙩𝙤𝙨. 𝘼𝙙𝙚𝙢á𝙨, 𝙖𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙í𝙖𝙣 𝙘𝙤𝙣 𝙙𝙚𝙙𝙞𝙘𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙨𝙩𝙞𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙩é𝙘𝙣𝙞𝙘𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙡𝙚𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙆𝙖𝙡𝙖𝙧𝙞𝙥𝙖𝙮𝙖𝙩𝙩.