Nos sumergimos en aguas cristalinas para conocer los mejores cenotes de Valladolid, en la maravillosa Península de Yucatán, México.
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La Península de Yucatán es tierra de patrimonio de la cultura maya, famosas playas y cenotes. En lo que se refiere a playas, lugares como Cancún, Tulum, Playa del Carmen, Cozumel e Isla Mujeres son los destinos más elegidos de la región, pero si hablamos de cenotes, entonces Valladolid es de los mejores lugares para conocerlos.
En esta guía hablaremos específicamente de los cenotes de Valladolid, si querés saber más sobre qué hacer en la ciudad, podés leer la guía Valladolid: el pueblo mágico de México y sus mejores destinos.
Y para conocer más cenotes espectaculares, esta selección de los 10 mejores cenotes de México.
Es normal que hasta antes de viajar a México nunca hayas escuchado hablar de los cenotes (palabra que viene del maya “dzonot”). Estos son pozos muy profundos inundados por el agua de lluvia y la corriente de ríos subterráneos, muchos de ellos interconectados entre sí y a su vez con el mar, formando enormes sistemas.
Esta abundancia de agua subterránea es lo que permitió el desarrollo de las ciudades mayas, por eso las culturas prehispánicas de la zona los consideraban sagrados.
Existen cenotes a cielo abierto (como el Cenote Sagrado de Chichen Itzá); semiabiertos, por los que la luz del exterior se filtra mágicamente dentro de la cueva (el de Ik-kil es un gran ejemplo); y en forma de gruta (como el del Sistema Sac Actun, cerca de Tulum). Esto depende de la edad del cenote, siendo los abiertos los más antiguos y los que se conservan completamente cubiertos los más jóvenes.
Esta protección natural hace que el agua de los cenotes sea en muchos casos extremadamente cristalina, ideal para el snorkel y buceo, pero tengo que advertirte también que puede estar muy fría. Esto hace que mucha gente visite los cenotes más para sacar fotos que para zambullirse.
En ningún otro lugar del mundo la concentración de estas maravillas naturales es tan grande como en Yucatán, y en los alrededores de Valladolid hay muchos para que conozcas.
En términos generales, la temperatura de Valladolid es cálida todo el año, al encontrarse en una zona de selva donde la humedad es muy alta.
En lo que al clima se refiere, la mejor época para visitar Valladolid es entre diciembre y abril, ya que es cuando menos llueve y las temperaturas no son tan altas.
La parte negativa de estos meses (en especial diciembre a febrero) es que son los del pico de turismo, por lo que los vuelos y alojamientos son más caros, además de que vas a encontrar la mayoría de los mejores cenotes de Valladolid llenos de gente, lo que rompe gran parte de su magia.
A partir de mediados de abril y hasta mediados de julio, y de septiembre a noviembre, es temporada baja, pero junio a principios de octubre es la época de lluvias.
Julio y agosto es muy caluroso, algo que se puede contrarrestar metiéndote a la helada agua de los cenotes o yendo a la costa, además de también ser un momento pico de turismo por las vacaciones europeas y locales.
En definitiva, octubre y noviembre son los meses ideales para viajar a Valladolid en caso de que puedas elegir, ya que son parte de la temporada baja, el clima es agradable, y la temporada de lluvias ya pasó.
Los cenotes de Valladolid que veremos a continuación no los ubiqué en orden de preferencia, sino por distancia desde Valladolid.
Para cuidar de la naturaleza de este delicado ecosistema, es importante que te limpies el repelente y protector solar que lleves puesto. Para eso, hay duchas en las entradas.
También tener mucho cuidado al bajar las escaleras ya que suelen estar muy resbalosas.
Antes dije que en los alrededores de Valladolid hay una gran cantidad de cenotes para visitar, ¡pero ni siquiera hace falta que salgas de la ciudad para encontrar uno!
En el centro mismo de Valladolid se encuentra el cenote Zaci (se pronuncia “saki”), nombre que toma de la denominación de la ciudad antes de la llegada de los españoles. Como otros cenotes semiabiertos, el Zaci era una enorme cueva que se derrumbó parcialmente, quedando una parte cubierta por su techo y el resto abierto.
Como podrás imaginar, al estar en un lugar tan accesible, los fines de semana hay mucha gente. Si tenés la oportunidad, te recomiendo que evites ese momento y lo visites cuando las aguas están más calmas para poder disfrutarlo.
No dejes que su ubicación céntrica te desmotive, porque es sin dudas una de las mejores cosas que hacer en Valladolid, especialmente los días de intenso calor.
A 4 kilómetros del centro de Valladolid se encuentra la Hacienda San Lorenzo, una residencia de campo con piscina, restaurante e instalaciones para pasar el día. Pero el gran atractivo de la hacienda es el cenote Oxmán que se encuentra en su terreno.
Al acercarte a este cenote abierto tendrás una vista espectacular desde 25 metros de alto, donde verás las raíces que caen hacia su interior. Para ingresar, vas a bajar por una escalera, y en la parte baja otras escaleras que te llevan al agua, o podés tirarte a lo Tarzán con una cuerda. Lo mejor de este cenote es que el agua no está tan fría como en otros.
Te recomiendo que lo visites por la mañana para poder relajarte, porque para el fin de la tarde llegan los buses de turistas que lo llenan rápidamente. A las primeras horas del día (abre 8 AM) es de los cenotes más tranquilos de Valladolid.
Un buen plan es alquilar una bicicleta y visitar tanto este cenote como los de X’kekén y Samulá, ya que se encuentran muy cerca. También podés llegar caminando, dependiendo en qué parte de Valladolid te estés alojando, o en taxi.
A solo 7 kilómetros del centro de Valladolid están dos de los cenotes más famosos de Yucatán: X’keken y Samulá, también conocidos como cenotes Dzitnup, por el poblado en el que se encuentran.
X’keken es el más grande de los dos, conocido por sus puntiagudas estalactitas y por la pequeña abertura en su techo que permite el paso de los rayos de luz, además de por ser la casa de pequeños murciélagos (no te asustes, los peligrosos son los humanos, no ellos). Samulá es similar, aunque algo más pequeño.
Contratar un guía no es necesario, así que si no querés este servicio dejalo claro desde el principio. Una queja muy frecuente de los turistas es que una persona los siguió contándoles sobre los cenotes, sin ellos habérselo pedido, y luego les exigió el pago por el servicio, aunque hayan sido solamente unos minutos.
Al estar cerca de Valladolid, es ideal para visitar los cenotes en bicicleta, en un paseo que te llevará unos 30 minutos.
También hay camionetas (colectivos) que salen a media cuadra de la estación ADO (calle 39 entre 46 y 48) y te dejan en la entrada.
Otro de los mejores cenotes para visitar desde Valladolid es el cenote Suytún, a menos de 10 kilómetros de distancia.
Es probable que ya hayas visto fotos de este cenote más de una vez, con parejas tomándose de las manos sobre una plataforma de cemento en medio del agua turquesa, y con un halo de luz que los ilumina. Todo tan perfecto que cuando estas fotos empezaron a hacerse virales en Instagram los turistas llegaron en masas buscando tener la misma.
Así es que la mayoría de los que visita el cenote Suytún lo hace exclusivamente para sacarse (o intentar sacarse) una linda foto. Lo que tenés que tener en cuenta es que para coincidir con el momento en que la luz pasa por la abertura del techo, deberías llegar al mediodía, entre las 12 y 2 PM, dependiendo de la época del año. De hacerlo por la tarde te encontrarás con que el interior es muy oscuro, aunque el lado positivo es que en este horario hay menos gente.
De todas maneras, creo que lo mejor es disfrutar del lugar sin obsesionarse con una foto, ya que esas que vemos tan seguido en redes sociales no reflejan en nada lo que realmente es el lugar.
Como los cenotes X’keken y Samulá, este también es perfecto para visitar en bicicleta.
La otra manera de hacerlo por tu cuenta es en una de las camionetas que salen al estar llenas desde al lado de la estación de autobuses de Valladolid.
La zona arqueológica de Chichén Itzá es uno de los lugares más emblemáticos de México, y el Templo de Kukulcán no solo es la pirámide de México más famosas sino también una de las Nuevas 7 maravillas del mundo.
En una visita a Chichén Itzá, ubicada a 40 kilómetros de Valladolid, además de conocer las impresionantes ruinas mayas, también podés acercarte al Cenote Sagrado y el Xtoloc. Este último era utilizado para proveer de agua a la población, mientas que el Sagrado tiene este nombre ya que los mayas hacían en el rituales de sacrificio a los dioses. Como evidencia, se encontraron en su lecho esqueletos humanos, animales y gran cantidad de joyas.
Visitando estos cenotes aprenderás sobre su importancia para las civilizaciones prehispánicas, pero no podés bañarte en ellos.
Para llegar a Chichén Itzá en transporte público, están los colectivos (camionetas) que salen al llenarse. Al igual que las que mencionamos antes, la parada está a media cuadra de la estación de autobuses ADO.
Si al salir de Chichén Itzá querés visitar Ik-kil, en la entrada hay colectivos que te llevan.
Después de visitar Chichén Itzá bajo el sol, nada mejor que refrescarte en un cenote, y este no es cualquier lugar para darte un baño, sino que estamos hablando de uno de los cenotes más espectaculares de todo Yucatán.
Al estar en un parque natural protegido la vegetación tupida rodea a Ik-kil, llamativo por las raíces que cuelgan hacia su interior. Su agua cristalina lo hace perfecto para practicar snorkel.
Ubicado a solo 4 kilómetros de la zona arqueológica, y siendo uno de los cenotes más buscados de todos los que viajan por la zona, es muy probable que te encuentres con mucha gente al llegar. Mi recomendación es que lo visites lo más temprano posible para evitar los grupos de turistas.
La forma económica de llegar desde Valladolid es la misma que para Chichén Itzá.
Para ir de Chichén Itzá a Ik-kil, o viceversa, en la entrada de ambos lugares hay camionetas que hacen el recorrido.
Existe una forma de viajar sin pagar alojamiento, lo cual te permitirá ahorrar muchísimo en tu viaje ya que este es el principal gasto. Se trata de ser parte de un voluntariado a través de Worldpackers, en el que intercambias algunas horas de trabajo al día por hospedaje y -dependiendo del acuerdo- comida y otros beneficios como tours gratuitos.
Ser parte de un voluntariado en Valladolid, como por ejemplo en esta reserva natural de las afueras de la ciudad, es perfecto para poder pasar más tiempo en este maravilloso destino, a la vez que te interiorizas en la cultura de Yucatán y conoces a otros viajeros como vos, lo cual es ideal en un viaje de mochilero.
En caso de que no consigas intercambios en Valladolid, también podés ver los voluntariados en Mérida, que es una ciudad cercana y también excelente base para recorrer los cenotes de Yucatán. Conoce qué hacer en Mérida.
En la plataforma Worldpackers hay una amplia variedad de oportunidades de voluntariados en México.
Conoce más sobre los voluntariados: Qué es y cómo funciona un intercambio de trabajo: la guía completa y Qué es el voluntariado: generando un impacto positivo.
Si querés saber cómo es ser parte de un voluntariado en México, te recomiendo leer el artículo Los beneficios de hacer un voluntariado: mi experiencia en México.
Y para organizar tu viaje, estos Consejos para viajar barato por México y 10 Consejos para viajar sola a México.
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