Acompáñanos en un recorrido por los pueblos de Colombia, conociendo 12 de los más bonitos del país. Además, te daremos consejos para tu viaje.
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Colombia, un país vibrante y lleno de color, no solo es conocido por sus ciudades bulliciosas como Bogotá, Cali o Medellín, sino también por albergar algunos de los pueblos más encantadores de Latinoamérica.
Estos lugares mágicos son el refugio perfecto para los viajeros que buscan escapar del ajetreo urbano y sumergirse en un ambiente tranquilo y acogedor. Cada pueblo de Colombia cuenta su propia historia a través de calles empedradas, casas con fachadas coloridas y paisajes naturales que cortan la respiración.
Visitar estos sitios no es simplemente marcar otro destino turístico de una lista; es conectarse profundamente con la tierra y su gente. Cada uno de estos destinos tiene algo especial que ofrecer: desde Jardín, donde podrás sentirte parte del entorno natural exuberante, hasta Barichara, considerado uno de los pueblos más bellos del país gracias a su conservación histórica.
Conozcamos entonces cuáles son los pueblos de Colombia que más te recomendamos visitar...
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Apodado como “El pueblo de los zócalos”, Guatapé es sin lugar a dudas uno de los mejores lugares que visitar en Colombia, con sus casitas coloridas y naturaleza que la rodea.
Su gran emblema es la Piedra del Peñol, en donde subirás 649 escalones por este enorme monolito que sobresale del pueblo para disfrutar de una de las vistas más hermosas del país.
Aunque está a solo 90 kilómetros de Medellín, el ambiente es completamente distinto. Muchos turistas con poco tiempo lo visitan por el día desde la gran ciudad, pero lo mejor es que pases al menos un par de días.
Continuamos en el Departamento de Antioquia para relajarnos en otro destino cercano a Medellín: Jardín.
En este pueblito paisa que no supera los 15 mil habitantes la vida transcurre entre casas de colores brillantes y calles empedradas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
El parque principal es punto de encuentro para locales y visitantes; allí puedes sentir el pulso del pueblo mientras disfrutas un buen tinto (café).
Y hablando de café, como seguramente ya sepas, en Colombia es más que una bebida; es toda una experiencia. Visitar fincas cafeteras de los alrededores de Jardín, donde puedes aprender sobre todo el proceso del café desde la semilla hasta tu taza se convierte en una experiencia inolvidable.
La naturaleza también destaca en Jardín, como su nombre lo hace suponer: visita la Cueva del Esplendor con su cascada interna para date un baño natural refrescante, y la Reserva Natural Jardín de Rocas, donde entre cientos de especies de aves te encontrarás con el particular gallito de las rocas. Un lugar fantástico para hacer ecoturismo.
Las calles de Jericó están adornadas con casas llenas de colores vibrantes y arquitectura colonial bien conservada. Y hablando del ambiente local, ¿sabías que este es el hogar del carriel paisa? Sí, ese bolso icónico colombiano tiene sus raíces aquí.
Pero hay más. Para los amantes del aire libre, Jericó ofrece senderos que te llevan a miradores espectaculares donde podrás absorber toda la majestuosidad del paisaje antioqueño.
Si quieres vistas con una buena dosis de aventura, entonces quizás puedas animarte a vivir una de las experiencias más mágicas de Jericó: hacer parapente. ¡Disfruta de todo su encanto desde el cielo como si fueras una de las tantas aves que viven en esta zona!
Cerramos nuestro recorrido por los pueblitos de Antioquia con otra belleza colonial. Esto significa que sin alejarte demasiado de Medellín puedes visitar cuatro de los pueblos de Colombia más bonitos.
Una parada obligatoria es el famoso Puente de Occidente, una maravilla ingenieril del siglo XIX que cruza el río Cauca. Considerado uno de los puentes colgantes más largos del mundo en su momento, ofrece unas vistas espectaculares.
No menos importante es darse un paseo por el centro histórico, donde podrás admirar magníficas iglesias como la Catedral Basílica Metropolitana y plazas llenas de vida como la Plaza Mayor Juan De Corral.
Y si lo tuyo es sumergirte completamente en la cultura local, planifica tu visita durante alguna festividad; el Festival del Sol y las Fiestas Tradicionales son especialmente memorables.
Nos vamos hacia el norte del país, acercándonos a la Costa del Caribe. Desde la bella Santa Marta puedes hacerte una escapada a Minca, uno de los pueblos de Colombia más encantadores.
Minca se destaca por su jungla, fincas, cascadas, ríos, aves y por ser uno de los lugares más visitado por los viajeros que buscan un aire fresco luego de estar en la calurosa Santa Marta.
Es lugar perfecto para hacer senderismo y disfrutar de todo su alrededor, en lugares como Pozo azul y Marinka, dos cascadas para refrescarte luego de una caminata.
Y si te gusta el café, no dejes de visitar la Finca La Victoria, una de las más grande y antiguas de Colombia. Además de degustar y aprender sobre el café, podrás disfrutar de uno de los mejores lugares para ver el atardecer.
A solo 20 minutos en bus desde Santa Marta puedes llegar a este poblado de pescadores en la costa caribeña. Nuestra recomendación es que lo visites un día de semana, ya que sábados y domingos se llena de gente al estar tan cerca de la ciudad.
Lo más visitado aquí es Playa Grande, la cual se ubica a 15 minutos a pie desde la playa principal del pueblo.
Hay otras playas a la que puedes ir luego, pero para llegar necesitarás hacerlo en lancha. Playa Rosita es una opción excelente si quieres tranquilidad, ya que al poder acceder solo de esta manera hay mucha menos gente que en las anteriores.
Ubicado en el ángulo que forman el Mar Caribe con el río Palomino, este pequeño pueblo de La Guajira es conocido por sus actividades ecoturísticas, desarrollándose en este aspecto como pocos en la zona. Con la costa caribeña hacia un lado y las montañas de la Sierra Nevada hacia el otro, hay entretenimiento de sobra si lo que buscas es el contacto natural.
Hasta hace no mucho tiempo atrás Palomino era una tranquila aldea pesquera como otras vecinas, pero ahora ya se convirtió en un conocido destino turístico, en el que los pescadores y comunidades indígenas como los seiviaka y wayú comparten el espacio con un público principalmente mochilero, bares y restaurantes.
Disfrutar de tranquilas caminatas por la playa al atardecer, hacer tubing en el río, o hacer una excursión a la Quebrada de Valencia, son las actividades más populares en Palomino.
Seguimos recorriendo la costa hasta llegar a Dibulla, otro de los pueblos de Colombia con mucho encanto.
Es un destino alejado de las muchedumbres y sus atractivos están centrados mayormente en sus virginales playas, además de caracterizarse por la hospitalidad de su gente y por las delicias gastronómicas propias de la costa.
Una de las playas más reconocidas de Dibulla es la ubicada en la desembocadura del río Jerez, desde donde se puede gozar de la vista de las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, mezclando un paisaje tropical junto con la aridez de la playa, ecosistema característico de las playas colombianas.
Además, caminando por los alrededores te encontrarás con otras bahías más desérticas y serenas, perfectas para pasar el día bajo el sol y junto a la música de las olas.
Ahora pasamos al Departamento de Santander, para visitar este hermoso pueblito cercano a la ciudad de Bucaramanga.
Primero que nada, empieza haciendo un reconocimiento del lugar al caminar sin rumbo por sus calles empedradas, admirando las casas blancas con puertas y ventanas de madera que parecen contar historias antiguas. Eso sí, asegúrate de llevar zapatos cómodos porque vas a querer explorar cada callejuela sin parar.
Luego está la Catedral de la Inmaculada Concepción, una joya arquitectónica del siglo XVIII que domina el paisaje con su imponente belleza. Aunque tal vez pienses, "¿una iglesia más?", esta tiene algo especial. Quizás sea su tranquilidad o cómo la luz entra a través de sus ventanales; pero hay algo ahí que simplemente te llena el alma.
Si eres amante del arte, Barichara también piensa en ti. El Taller San Lucas ofrece una mirada única al trabajo artesanal local donde puedes ver desde tallados en piedra hasta obras maestras hechas en barro.
Y no podemos olvidarnos del Camino Real hacia Guane, un sendero histórico perfectamente preservado, ideal para los aventureros y aquellos interesados en dar un paseo tranquilo rodeado por naturaleza pura y aire fresco.
Este encantador pueblo colombiano está ubicado en el corazón de la región cafetera.
Enmarcado por paisajes montañosos y plantaciones de café, Salento te invita a sumergirte en su rica cultura y naturaleza vibrante. Desde recorridos por fincas cafeteras hasta caminatas por el Valle de Cocora, hogar de las majestuosas palmas de cera, cada rincón de este pintoresco pueblo ofrece una oportunidad para la aventura y el descubrimiento.
Explora sus calles empedradas adornadas con coloridas casas coloniales, prueba la gastronomía local en sus acogedores restaurantes y disfruta de la calidez de su gente. Además, Salento es un punto de partida ideal para explorar el Parque Nacional Natural Los Nevados y sus imponentes picos nevados.
En Monguí te espera una experiencia relajada y llena de encanto. Aquí, las calles empedradas te invitan a pasear sin prisa mientras admiras las casitas coloniales de adobe y piedra que te transportan en el tiempo.
No te pierdas la imponente iglesia de Nuestra Señora de Monguí, ¡es como un pedacito de historia en cada esquina! Y si te gusta la naturaleza, estás en el lugar perfecto: el Parque Nacional Natural de los Estoraques es ideal para explorar senderos y observar aves.
Y claro, después de tanta aventura, qué mejor que disfrutar de la deliciosa comida local y llevarte un recuerdo de la famosa artesanía: los balones de fútbol que se fabrican aquí son toda una tradición.
En resumen, en Monguí encontrarás el equilibrio perfecto entre historia, naturaleza y buena onda colombiana.
Villa de Leyva es un tesoro colonial situado en las montañas de Boyacá. Con su plaza principal empedrada, que es una de las más grandes de América Latina, el pueblo invita a perderse entre sus calles adoquinadas y admirar la arquitectura colonial de sus casas blancas.
Aunque pequeño, Villa de Leyva está repleto de actividades y sitios interesantes. Sus alrededores ofrecen oportunidades para actividades al aire libre, como senderismo en el Parque Nacional Iguaque o visitas a los viñedos locales.
Y a poca distancia del centro urbano se encuentran los pozos azules, cuyas aguas turquesa contrastan bellamente con el paisaje árido circundante.
Ser parte de un voluntariado te permitirá tener un acercamiento cultural y conocer a fondo distintos destinos, ya que compartirás tu tiempo con gente local que te recomendará lugares a los que los turistas no suelen llegar, además de conocer muchos viajeros con intereses similares a los tuyos y desarrollar nuevas habilidades.
Además, te servirá para ahorrar dinero en viaje, ya que se trata de colaborar unas horas al día en algún proyecto local a cambio de alojamiento y, en muchos casos, comida también.
En la plataforma Worldpackers hay una gran cantidad de opciones de voluntariados en Colombia, incluyendo en varios de los pueblos que vimos, como por ejemplo:
Si quieres conocer la experiencia de otros viajeros haciendo voluntariados, puedes leer: "Mi experiencia haciendo voluntariado en Colombia por primera vez" y "6 meses haciendo voluntariados en Colombia".
Ahora veamos algunos aspectos importantes para organizar tu viaje por los pueblos de Colombia:
En cuanto al clima, en términos generales la mejor época para visitar Colombia es de mediados de noviembre a marzo, ya que es la temporada seca. Pero hay dos cosas a tener en cuenta: son los meses más calurosos y también que entre diciembre y febrero es temporada alta, lo que significa que los precios de vuelos y alojamientos tienden a subir.
Si viajas por el país a fines de noviembre o en marzo/principios de abril, estarás justo en el comienzo y final de todo esto, por lo que son meses fantásticos ya que tienes buen clima, menos calor y no tanta gente viajando.
Julio también es una buena época para viajar por Colombia.
Abril, mayo, octubre son los meses más lluviosos.
Comparado con otros países de la región, Colombia está en un punto intermedio en cuanto a precios. Es más barato que Brasil, Uruguay y Chile, pero más caro que Bolivia y Perú, y un poco más que Ecuador, que son tres de los países más baratos de Sudamérica para viajar.
Para que tengas un mejor panorama, preparamos la guía sobre cuánto cuesta viajar a Colombia, con detalles de precios y consejos de ahorro.
El autobús es el medio de transporte número uno para moverse por Colombia. Estos suelen ser muy cómodos, con baños, enchufes para cargar tu teléfono y hasta wifi, aunque claro que depende de la empresa con la que viajes.
Para trayecto entre ciudades más cercanas o rutas menos populares, como puede ser a algunos pueblos, la opción del colectivo es muy popular. Básicamente, a cualquier transporte compartido que no sea un autobús, se lo llama colectivo en Colombia, por lo que puede ser una camioneta, Jeep, taxi compartido o camiones adaptados para llevar pasajeros.
En las ciudades los vas a encontrar en las terminales de autobuses, mientras que en lugares más chicos generalmente están en las plazas principales o en algún punto estratégico. A veces los colectivos no tienen horario establecido sino que salen cuando se llenan.
En la Guía de transporte para viajar de mochilero por Colombia encontrarás toda la información.
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