Playas, fiestas, música, sitios históricos, exuberantes paisajes naturales y uno de los carnavales más grandes del mundo son algunas de las razones de porqué Bahía está entre los lugares de Brasil más elegidos por los viajeros.
En este artículo vamos a ver cuáles son sus principales destinos turísticos, tanto de playa como en el interior, que por si no lo tenías entre tus planes es el lugar del que muchos consideran el mejor trekking de todo Brasil.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Bahía en Brasil?
Bahía es un destino de todo el año, pero lógicamente tiene sus meses que son mas agradables para visitarlo.
Entre abril y junio las lluvias son abundantes y la humedad muy alta, por lo que es preferible evitar estos meses en lo posible, pero con la ventaja de ser temporada baja. Marzo es un mes de transición, con clima variable.
El resto del año es buena época en cuanto al clima, pero de diciembre a marzo es temporada alta. Esto tiene a favor de que es la temporada de festivales y el famoso ambiente bahiano de música y fiesta callejera más se vive, pero también cuando los lugares turísticos están más llenos, los vuelos más caros y los precios de hoteles en su máximo.
A partir de la semana anterior a Navidad, hasta Pascua, es la temporada pico, con Carnaval (mediados/fines de febrero) como el momento más alto del año. En agosto también sube el turismo por las vacaciones europeas y norteamericanas.
De poder elegir, julio a mediados de diciembre es una época ideal para viajar por la costa de Bahía. En cuanto al interior, te lo cuento en la sección de la Chapada Diamantina.
Salvador de Bahía: La puerta de entrada para descubrir la región
Salvador es la capital de Bahía, cuarta ciudad más poblada de Brasil y fue la primera capital del país. Fundada en 1549 por los portugueses, fue el centro más importante en el mercado de esclavos, lo que con el tiempo derivó en una cultura artística donde las expresiones africanas se mezclaron con las europeas y nativas americanas.
La cantidad de turistas que recibe se explica en que es un destino que combina hermosas playas con historia, fiestas y tradiciones, siendo considerada la capital cultural de Brasil y organizadora de uno de los carnavales más grandes del mundo.
Pelourinho es el barrio antiguo de Salvador, declarado Patrimonio de la Humanidad. Sus calles empedradas están llenas de sitios históricos, arquitectura colonial, museos, restaurantes, bares, hoteles, músicos y capoeira.
Saliendo de esta zona está el otro gran atractivo de la ciudad: sus playas, que se extienden desde la punta de la península a lo largo de la Baía de Todos os Santos y hacia el Océano Atlántico.
Porto da Barra es una de las playas más populares, quizás demasiado los fines de semana. Flamengo y Stella Maris son más frecuentadas por turistas, mientras que Jaguaribe, Piatã e Itapoã son más locales. Farol da Barra, con su famoso faro, es hermosa para ver el atardecer, aunque la corriente hace que sea más elegida por los surfistas que para nadar. Y la isla Itaparica, a una hora en barco de Salvador, es excelente para pasar el día.
Otro de los puntos más famosos es el Elevador Lacerda, que une la Ciudad Alta con la Ciudad Baja de Salvador. Con 72 metros de altura, es un excelente punto panorámico con vista a la Bahía de Todos los Santos.
Esto es solo una introducción de todo lo que hay para hacer en Salvador. Para más información podés leer la Guía para visitar Salvador de Bahía.
Los mejores destinos de playa para conocer en Bahía, Brasil
No te confundas, este lugar no tiene nada que ver con la ciudad de São Paulo, tanto en ubicación como en tranquilidad.
El Morro de São Paulo es una aldea en la isla de Tinharé, a la que solamente se puede llegar en barco, donde no hay calles asfaltadas y el tránsito vehicular es limitado. A pesar de ser un importante destino turístico dentro de Bahía, todavía mantiene su ambiente de pueblo costero.
Descansar en sus playas es lo que busca quien hace el viaje hasta acá. Además de las playas cercanas al pueblo, te recomiendo que visites la Praia da Gamboa, y si tenés tiempo, que cruces a la vecina isla de Biopeba, menos turística y también con excelentes playas y selva.
Para llegar a Morro de São Paulo, la manera más práctica es en catamarán desde la Terminal São Joaquim, en Salvador. El viaje dura entre 2 ½ y 3 hs.
Mucho menos conocido que Morro de São Paulo e Itacaré, la aldea de pescadores de Morro Grande es un lugar fantástico si estás buscando tranquilidad plena a orillas del mar.
Su relativa dificultad de acceso es lo que hace que la calma se mantenga en Barra Grande, y seguramente fue esto lo que casi un siglo atrás enamoró al aviador y escritor francés Saint-Exupéry, autor de “El Principito”, quien pasó un tiempo viviendo en el vecino poblado de Campinhos en la década del 30.
La Península de Maraú, en la que está ubicada Barra Grande, tiene excelentes lugares para bucear. También dedicale un tiempo a cruzar a la prainha de Ilha Grande, una playa de agua calma poco frecuentada.
Para llegar a Barra Grande, tenés que primero viajar hasta Camamu (200 km al sur de Salvador) y desde aquí tomar uno de los ferris (2 horas) o botes rápidos (30 minutos).
Itacaré
Unos 250 km al sur de Salvador está uno de los destinos de playa y surf preferidos de los bahienses: Itacaré.
Aunque en la costa esté su principal atractivo, todos los amantes de la capoeira conocen este lugar, que es uno de los centros más importantes de esta danza en Brasil. Luanda, Filhos de Zumbi y Tribo do Porto son tres de los grupos más reconocidos y que deberías hacerte tiempo para ver alguno de sus ensayos abiertos al público.
En las afueras de la ciudad, la playa Itacarezihno es una de las mejores de la zona, pero sin alejarte podés llegar caminando a varias excelentes playas cercanas en pequeñas bahías.
Costa del Descubrimiento
Siguiendo en dirección sur, llegamos a una zona conocida como la Costa do Descobrimento, que además de playas de postal tiene una gran importancia histórica.
El nombre que se le dio a esta ruta turística hace referencia al lugar de llegada de los portugueses a estas tierras, por lo que tiene una connotación eurocéntrica ya que antes de su “descubrimiento” en 1500 vivían muchas tribus indígenas.
Porto Seguro es el principal centro de la zona y mejor lugar para hacer base y recorrer si no estás viajando con tu propio vehículo. El área histórica de la ciudad, con mucho legado colonial, es de las más importantes de Brasil.
Muy cerca están las fantásticas playas de Arraial d'Ajuda (foto de abajo), con sus fiestas a orilla del mar, y también conocido por ser donde llegaron los primeros jesuitas a Brasil. El nombre "Ajuda" (Ayuda) lo toma de una de las tres embarcaciones en las que llegaron los misioneros y con la que también nombraron a la primera iglesia: Igreja Nossa Senhora d'Ajuda, que e sun importante centro de peregrinaje.
Hacia el norte de Porto Seguro está Coroa Vermelha, punto de desembarco de la expedición portuguesa al mando de Cabral, y que recibe este nombre por el color de su coral. Acá se encuentra una importante población del pueblo indígena pataxó.
Y hacia el sur hay más pueblos de idílicas playas como Trancoso y Caraíva, este último al que se llega en canoa cruzando el río que lo separa de la ruta, ya que solo hay caminos de arena.
Entre estos dos pueblos podés disfrutar de una de las mejores playas de todo Bahía: Praia do Espelho, en la pequeña aldea de Curuípe.
Fue en la década del 60 y 70 cuando el movimiento hippie se extendió por todo el mundo proyectando los ideales de amor y paz. Entre sus búsquedas, el alejarse de las grandes ciudades para vivir en comunidades armónicas con la naturaleza fue central, y así fueron encontrando distintos rincones del globo donde sentirse cómodos.
Arembepe, 50 km al norte de Salvador, fue uno de esos lugares, a donde llegaron personajes como Janis Joplin siguiendo los rumores del paraíso tropical.
Y aunque está claro que los años y la creciente popularidad fueron modificando su espíritu original, todavía mantiene parte de la energía de “los buenos viejos tiempos”, con hippies de la nueva y antigua escuela.
Praia do Forte y Costa do Sauipe son otros destinos de playa muy populares en la costa de Bahía, pero más apuntados al turismo de resort.
Qué visitar en Bahía más allá de las playas
El interior de Bahía atesora una de las áreas naturales más importantes de Brasil: la Chapada Diamantina.
En este enorme espacio de 38.000 km² de sierras con cimas planas nacen una gran cantidad de ríos que bañan el suelo de la región, formando en su curso hermosas cascadas que caen de altas paredes verticales y piscinas naturales.
Dentro de esta zona está el Parque Nacional Chapada Diamantina, donde se pueden hacer muchas caminatas para visitar los principales atractivos naturales, como la catarata Fumaça (Cachoeira da Fumaça), que con su caída de agua de 380 metros es la más alta de Brasil; la cascada de Buracão (Cachoeira do Buracão); el alucinante Pozo Encantado de agua color azul eléctrico; las cuevas Lapa Doce y Pratinha; y las cumbres de los dos puntos más altos de Bahía: el Pico do Barbado (2033 m) y el Pico das Almas (1958 m).
En el interior del parque existen algunos poblados, que antes de que se declarara a esta zona como un área protegida en 1985 se dedicaban a la explotación minera (de las minas de diamantes encontradas viene el nombre). Lençois y Vale do Capão son los más elegidos como base para recorrer los senderos.
Trekking por el Vale do Pati
El trekking más popular y joya del parque es el que recorre el Vale do Pati, considerado ampliamente como el mejor de Brasil.
La caminata es de mínimo 3 días, pero lo ideal es dedicarle 5 para poder visitar los mejores paisajes. En el camino hay simples hospedajes familiares para dormir, o también podés acampar. No es obligatorio hacerlo con guía, pero estudiá bien la ruta y descargá la app Wikiloc ya que no vas a tener señal de wifi.
La mejor época para visitar el parque es entre marzo y junio, que es cuando las cascadas tienen más caudal y la vegetación está más verde, aunque esto significa que las lluvias son más comunes (ni punto de comparación con el Amazonas) y hay más barro. A partir de julio es muy difícil que llueva, pero todo está más seco.
Viajá por Bahía, Brasil haciendo voluntariados
Como vimos, Bahía tiene muchísimos destinos para visitar, tanto en la costa como en el interior. Si querés pasar un tiempo recorriendo y conociendo a fondo su cultura, te recomiendo que veas los voluntariados de Worldpackers, en los que ayudando en algún proyecto local recibirás a cambio alojamiento, comida y -dependiendo del acuerdo- otros beneficios.
Además de permitirte ahorrar en alojamiento, que es el gran gasto de todo viaje, al estar viviendo con locales te permitirá tener un acercamiento cultural mucho más profundo que si estuvieras de turista, y te recomendarán lugares que solo ellos conocen.
En Salvador, el Espaço Colaborativo Vahana busca profesores/as que puedan compartir sus conocimientos de yoga o enseñar español, inglés, italiano o francés. Si tenés alguna de estas habilidades y te gustaría vivir la experiencia, no dudes en ponerte en contacto.
La isla de Tinharé es un destino perfecto para hacer un voluntariado. Podés vivir con una familia muy cerquita de Morro de São Paulo, ayudando en las tareas diarias de jardinería, limpieza y cocina algunas horas por día y en tu tiempo libre disfrutar de esta belleza natural.
Nací en Buenos Aires pero prefiero vivir rodeado de diversas culturas por largos períodos de tiempo.
Empecé a viajar en 2009, con 21 años, y lo he hecho de forma ininterrumpida desde entonces. Tras más de doce años en ruta puedo decir que el viaje se convirtió en mi estilo de vida.
Más de mis viajes en Instagram @marcandoelpolo y marcandoelpolo.com