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Cómo ser un turista responsable: consejos para viajar con menor impacto

Veamos distintas maneras de ser un turista responsable, consciente con el medioambiente y respetuoso de los destinos que visita.

7min

turista responsable

A medida que viajar se vuelve cada vez más popular, es fundamental que seamos más conscientes del impacto que generamos.

Ser un turista responsable significa respetar el entorno, la cultura y la gente local, es buscar que el viaje no solo se base en el turismo sino que sea más significativo y que deje una huella positiva. Esto, además de contribuir a la conservación de los destinos, nos abre a nuevas experiencias, hace que tengamos una visión más profunda de los lugares que visitamos, y nos acerca a su gente.

En este artículo vamos a ver varios consejos para ser un turista responsable y cómo asegurarte de que tu viaje tenga un impacto positivo.

También te puede interesar: Qué es el turismo alternativo y cómo ponerlo en práctica en tus viajes y Turismo rural: qué es y dónde practicarlo sin gastar mucho dinero


Dos jóvenes con mochila haciendo caminata por las montañas

¿Qué es el turismo responsable? Entendiendo las bases

El turismo responsable es una forma de viajar en la que se busca descubrir y disfrutar de los destinos sin afectar las culturas, ecosistemas y economías locales.

Mientras en el turismo masivo solo se piensa en ir a los destinos más publicitados donde sacarse la foto típica, sin prestar atención al impacto negativo que esto puede generar en la población local, el turismo responsable contribuye a la conservación de los destinos y respeta los derechos de sus habitantes.

La premisa principal es que los viajeros tomen conciencia de sus responsabilidades antes, durante y después de sus viajes. Esto significa que nos comprometemos a respetar las tradiciones y costumbres del lugar, sin querer alterarlas para nuestra comodidad. Por ejemplo, comiendo los platos típicos, participando en festivales, comprando en mercados locales, alojándonos en hospedajes familiares y alojamientos ecológicos en lugar de grandes cadenas internacionales, y contratando actividades turísticas que se basen en el ecoturismo

Los viajeros responsables también se preocupan por el impacto de sus acciones; el uso sostenible de los recursos y la búsqueda de oportunidades para contribuir positivamente a la comunidad local son aspectos centrales. Esto significa apoyar a la economía local.

Pero no solo es responsabilidad del viajero, sino que los destinos también tienen que promover el turismo sostenible, con actividades que no busquen explotar los recursos al máximo sino hacerlo de una manera sustentable, además de dar información y educación a los viajeros sobre sus responsabilidades.

Cuando viajé a Myanmar me sorprendió encontrar en muchos alojamientos y en el aeropuerto folletos sobre los “Do’s and Don’ts” en el país, es decir, sobre las cosas que están bien y mal vistas en la cultura local, explicando varios aspectos que pueden ser totalmente ajenos para los turistas. Si bien Myanmar no es justamente un país ejemplo en cuanto al respeto a la comunidad, esta campaña en particular me pareció que debería hacerse en muchos más lugares.

En resumen, el turismo responsable es una forma de viajar que promueve el respeto hacia los destinos, sus habitantes y su medioambiente, ayudando en la conservación de estos. Es una forma de viajar en la que los viajeros, destinos y comunidades locales se benefician mutuamente.


Chica paseando por ruinas de Angkor en Camboya

Cómo ser un turista responsable

El primer paso ya lo diste, que es tener la intención de ser un turista responsable y ver qué acciones deberías tener en cuenta y cuáles cambiar al momento de visitar lugares.

Hay varias cosas que podés hacer cuando estás viajando para que tu impacto sea positivo en el destino, como por ejemplo:

Interiorizarte sobre la cultura del lugar

Hay quienes prefieren llegar a destino sin saber absolutamente nada del lugar para sorprenderse más, y si bien esto no está mal cuando hablamos solamente de atractivos turísticos y lugares para visitar, no es muy responsable cuando viajamos a lugares donde la cultura es distinta a la nuestra.

Antes de viajar es importante que te informes sobre aspectos culturales del país al que estás yendo, que pueden ser normales para vos pero ofensivos para ellos. Y una vez en el lugar, no dudes en preguntar todas las inquietudes que tengas, que eso es una muestra de respeto que siempre es bien recibida.

Respetar la vestimenta, los lugares sagrados, la manera de dirigirse a otras personas, las costumbres al comer, hasta la manera de relacionarse en público si viajás en pareja, es fundamental.

Pasear sin remera por Río de Janeiro puede ser completamente normal, pero hacer lo mismo en Tailandia será muy mal visto por los locales, y ni hablar en países musulmanes; darse besos con tu pareja en cualquier lugar occidental es una muestra de afecto de lo más común, pero en la mayoría de los países asiáticos es algo que no se hace en público; comer todas las comidas con la mano es la costumbre en India, pero hacerlo con la izquierda es impuro, y tomar del pico de una botella es una muestra de falta de modales. Y así podría seguir mucho más, pero son solo algunos ejemplos para notar la importancia de conocer las costumbres locales.


Piedra dorada en Myanmar. Conocer sobre los lugares sagrados es una manera de ser un turista responsable

Comprar local

Cuando compres comida, artesanías y recuerdos, intentá hacerlo directamente a productores locales. Preferí hacer las compras en mercados, donde el dinero irá sin intermediarios al vendedor, que en grandes supermercados. Lo mismo al llevar suvenires, siempre es mejor algo hecho a mano por la persona que está en la feria, que un llaverito genérico traído en container de China.

Aunque quizás gastes un poco más, tu dinero tendrá un impacto mucho más positivo.

Comer la comida típica

Una de las mejores maneras de acercarnos a la cultura de los países por los que viajamos, es probando su gastronomía. Cerrarse en comer solamente lo que ya conocemos, yendo a los lugares que nos dan “tranquilidad” en lugar de abrirse a nuevos sabores, hace que nos perdamos una parte muy importante de la experiencia en ese país.

Y no se trata solo de la comida en sí, sino que esto nos lleva a entender muchas cosas que hay detrás, como su historia, curiosidades e idiosincrasia local.

En mi experiencia pude comprobar que al comer en los lugares donde lo hacen los locales, probando sus platos típicos y pidiendo recomendaciones, es una puerta abierta para socializar, porque si hay algo que une es la comida.

Conocé más en Qué es el turismo gastronómico y mejores destinos para practicarlo


Tres personas comiendo comida india con la mano. Preferir la gastronomía local es de turista responsable

No participar en actividades que afecten al medioambiente

Lamentablemente, está lleno de destinos naturales hermosos arruinados por el turismo masivo y la inconsciencia, que en lugar de promover actividades que sean respetuosas y no degraden el medioambiente, lo exprimen para sacar la máxima ganancia posible, sin pensar que en poco tiempo a ese lugar ya no le quedará nada de lo que originalmente lo hizo tan atractivo.

Las actividades con animales siempre son para estar atentos; buscá caminatas o safaris por zonas naturales que ayuden en la conservación del lugar, con guías locales, y no los que involucren directamente a los animales como paseos en elefantes, camellos, nadar con tortugas o espectáculos donde estos fueron víctima del adiestramiento del hombre desde que nacieron.

Si estás en duda sobre si una actividad es responsable con el entorno, informate bien, porque tu participación solo ayuda a fomentarla.

También te recomiendo leer sobre los 10 hábitos de los viajeros sustentables.

Aprender algo del idioma

Con esto no quiero decir que tenés que ser un políglota que hable el idioma de cada uno de los países por los que viajás, pero sí es bueno como muestra de respeto aprender a saludar, decir “por favor”, “gracias”, “de nada”, los números y algunas palabras que te sean útiles.

Además de ayudarte para hacerte entender, decir aunque sea un frase en el idioma de esa persona siempre hace que caigas más simpático, saques alguna sonrisa y esto rompe esa distancia que a veces se genera entre local y turista.

Algo que me siempre me ayuda socializar es aprender alguna frase graciosa que sea muy típica de ese lugar, esas que dejan a todos sorprendidos, y que incluso si no la decís en el contexto más adecuado o con la mejor pronunciación, siempre es festejada cuando viene de un extranjero.

También te pueden interesar estos consejos para viajar como un local y no caer en trampas turísticas


Joven vendedora sonriente en un mercado con melón en la mano

Viajar más despacio

Después de un tiempo viajando comprendí que cuanto más despacio lo hacía, más conocía.

Claro que en cada país al que uno llega como turista tiene un límite de estadía y un presupuesto que puede influir en que no nos quedemos todo el tiempo que quisiéramos, pero intentar visitar la mayor cantidad de lugares posibles creyendo que así estamos aprovechando más el tiempo, solo hace que veamos todo por arriba, sin llegar a absorber su esencia ni dejando espacio para lo espontáneo.

Por eso cuando me preguntan “cuánto tiempo es suficiente para visitar un destino”, siempre digo que no hay una respuesta para eso. Una cosa es ver lo “indispensable” de una ciudad, y otra es conocerla, caminarla, vivirla.

Viajar caminando, en bicicleta o en autostop, son todas maneras de tener un menor impacto en el medioambiente y un sinfín de anécdotas en cada trayecto.

Sobre este tema hablamos en Qué es y cómo lograr el slow traveling

Hacer voluntariados

Los voluntariados son una manera excelente de generar un impacto positivo en las comunidades locales. Con esto dejarás de ser un viajero que está de paso y pasarás a involucrarte en distintos proyectos.

Además de la ayuda que estarás dando, también te servirá en lo personal para desarrollar nuevas habilidades, conocer mucha gente, y, al estar conviviendo con locales, tener una inmersión cultural mucho más profunda y llegar a lugares que como turista pasarías por alto.

Para encontrar voluntariados podés buscar en la plataforma Worldpackers, que tiene vacantes en más de 140 países. Muchas de ellas tiene un fin social y están comprometidas con el medioambiente, como los voluntariados en granjas orgánicas, ecoaldeas, proyectos de permacultura, escuelas y ONG

Además es una manera de ahorrar dinero en viaje, ya que como recompensa por tu ayuda recibirás alojamiento a cambio y, en muchos casos, comida también.

Conocé más sobre los voluntariados: Qué es y cómo funciona un intercambio de trabajo: la guía completa y Qué es el voluntariado: generando un impacto positivo.  

¿Te gustan estas ideas? Creá un perfil gratuito en la comunidad de Worldpackers y empezá a guardar tus vacantes de voluntariado favoritas.



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