Si bien hay países con costa al Mar Mediterráneo en Europa, Medio Oriente y norte de África, en este artículo nos enfocaremos en los pueblos del Mediterráneo europeo.
Los países de Europa con costa al Mediterráneo, son: España, Francia, Italia, Malta, Eslovenia (una porción muy chica), Croacia, Bosnia y Herzegovina, Albania y Grecia. También vas a escuchar hablar de otros mares en estos países, como el Adriático, Jónico, Tirreno y Egeo, pero se tratan de divisiones del Mediterráneo.
Además, hay dos países que están completamente rodeadas por este mar, que son Malta y Chipre, a los que se los llama naciones mediterráneas.
Ciudades hermosas y turísticas hay muchas a los largo de la costa sur de Europa que da al Mediterráneo, como Barcelona, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca, Marsella, Niza, Bari y Atenas, pero como seguramente ya sabías de ellas, vamos en busca de pueblos y destinos menos conocidos.
Los costos en gran parte del Mediterráneo hace que sea difícil pasar un tiempo largo recorriendo si estás en un viaje mochilero, por eso muchos visitan solo algunos destinos y siguen hacia otros lugares. Pero hay una manera de viajar sin pagar alojamiento, lo cual te ahorra el gasto mayor…
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Además de ahorrar dinero en tu viaje, vas a poder conocer el Mediterráneo como pocos lo hacen, ya que vas a pasar tiempo con locales que te podrán recomendar lugares a donde los turistas no llegan.
La Costa del Sol de España es uno de los destinos turísticos más famosos del Mediterráneo, recorriendo una franja de 150 kilómetros por la provincia de Málaga en Andalucía. El nombre no es ningún engaño turístico, porque más de 300 días al año son soleados.
A pesar de la masificación turísticas en esta zona, Estepona es uno de los lugares que mantiene su ambiente de pueblo costero, con pequeñas casas, angostas calles empedradas y construcciones históricas como el Castillo de San Luis.
Claro que también está la playa: 21 kilómetros de arena bañada por el Mediterráneo, y a la espalda las montañas de la Sierra Bermeja.
Xàbia (Jávea)
Uno es el nombre oficial en valenciano y el otro es en castellano. Lo importante es que Xàbia es un hermoso pueblo mediterráneo en la Costa Blanca de Alicante.
La parte antigua es su zona más pintoresca, un laberinto de callecitas y casas centenarias. Combinado con sus playas como la del Arenal, de la Grava y de la Granadella, y los miradores naturales que te dan una vista espectacular como el Cap de Sant Antoni, el Cap de la Nau y el Castell de la Granadella.
Calella de Palafrugell
Ya pasamos por la Costa del Sol y la Costa Blanca, así que seguimos por la orilla del mar para llegar a otros de los importantes núcleos turísticos costeros de España: la Costa Brava.
Hay muchos destinos populares en esta zona que se extiende por la Provincia de Girona (Cataluña) hasta la frontera con Francia. Palafrugell quizás no es uno de los más nombrados, y eso hace que sea mucho más auténtico y tranquilo que otros.
Este pueblito que hasta hace no mucho vivía principalmente de la pesca, está distribuido entre varias pequeñas calas que protegen a sus playas del viento. Además de playas, el entorno que la rodea hace que sea un excelente destino para el turismo rural.
El encuentro anual de habaneras (género musical originario de Cuba) en julio es uno de los eventos más importantes de la zona, con una gran fiesta en la playa.
Cadaqués
Seguimos en la Costa Brava, ya casi llegando a Francia, para visitar Cadaqués, que sí es un destino turístico más conocido en la zona.
Su salto a la fama empezó después de que Salvador Dalí eligiera esta parte del mundo para instalarse en 1948, más precisamente en Port Lligat. Varios artistas como Marcel Duchamp, Picasso y Miró lo siguieron.
Durante siglos Cadaqués fue una aldea de pescadores aislados en la parte más oriental de la Península ibérica, rodeados por montañas y viviendo de cara al mar. Y aunque todavía es un pequeño pueblo mediterráneo de no más de 3000 habitantes, actualmente la influencia del turismo es clara.
El Cabo de Creus, que es el punto más al este de la España continental, está a solo 6 kilómetros del pueblo, y lugares como el Castillo de San Jaime (fortaleza del siglo XVII) y el casco antiguo con la histórica iglesia de Santa María y casas blancas de tejas, le dan a Cadaqués su impronta tan única.
Deià (Deyá)
Ahora cruzamos hacia las Islas Baleares para llegar a Mallorca, pero no para frenar en sus playas más famosas sino para subir por la Serra de Tramuntana hasta Deià, considerado como uno de los pueblos mas encantadores de España.
Distribuido sobre una colina con vista al Mediterráneo, con construcciones de piedra y rodeado de olivares y naranjos, esta aldea que no llega a los 1000 habitantes desde los años 60 que es elegida por artistas para estar en un entorno de máxima inspiración, comenzando con la llegada de Robert Graves quien vivió aquí sus últimos años.
Desde ya que hay muchos más pueblos hermosos en el Mediterráneo español, como Tossa de Mar en Girona, Santanyí en Mallorca, y Fornells en Menorca, por nombrar algunos.
Después de visitar Cadaqués en España, podés cruzar la frontera y pasar unos días en Collioure, que está a pocos kilómetros.
El fuerte medievalRoyal de Collioure con espectacular vista al mar, la iglesia Notre Dame des Anges sobre la costa con su campanario del siglo XVII que antiguamente fue un faro, y el Fuerte Saint-Elme de 1552, sobre una colina del interior desde la que se puede ver todo el pueblo, son tres de sus lugares imperdibles, además lógicamente de relajarte en su playa.
Antibes
Como contamos en el artículos sobre qué hacer en Francia, la Costa Azul está llena de joyas, lo que la hace ideal para alquilar un auto y recorrerla.
Antibes, ubicado entre Cannes y Niza, es famoso por su casco histórico cercado por murallas defensivas del siglo XVI y el Fuerte Carré, construido en forma de estrella ninja y con vista al exclusivo Puerto Vauban. El Cabo de Antibes, donde se forman dos bahías (la de Cannes y la de Anges) tiene un excelente sendero de dos horas llamado Le Sentier Du Littoral.
Menton
Pasamos de la frontera con España a la de Italia recorriendo el Mediterráneo francés, para llegar a Menton (foto de abajo), el último pueblo de la Costa Azul antes de cruzar al país vecino.
Su ubcación hace que tenga mucha influencia italiana, algo que vas a notar en la comida, arquitectura y al escuchar los dos idiomas mezclarse.
Los edificios color pastel se extienden por las colinas que llegan al mar hasta la fantástica basílica barroca Saint-Michel-Archange, haciendo que saques músculos en las piernas de subir y bajar escaleras. Esto también hace que haya muy buenas vistas a medida que vas ganando altura.
Plage du Fossan y Plage Rondelli son dos playas cercanas, además de la céntrica Plage des Sablettes.
Además de estos tres, otros pueblos mediterráneos en Francia para tener en cuenta son el colorido Villefranche-sur-Mer, muy cerca de Niza, y varios de la isla de Córcega como Bonifacio y Porto Vecchio.
Pasá un tiempo viajando y conociendo a fondo la cultura francesa siendo parte de un voluntariado en Francia.
Pueblos del Mediterráneo en Italia
Los cinco pueblos de Cinque Terre (Riomaggiore, Corniglia, Vernazza, Manarola y Monterosso) son probablemente los más conocidos de toda la costa italiana, así que veamos otros que quizás no tenías en mente:
Pueblos de la Costa Amalfitana
Recorrer la Costa Amalfitana de Italia es uno de los mejores road trips que existen.
Comenzando en Sorrento, a unos 50 kilómetros de Nápoles, la ruta te lleva por los pueblos costeros de la Campania en un viaje de sesenta kilómetros. No es un recorrido muy largo, lo que te da tiempo para conocer tranquilamente las grandes joyas que son los pueblos de Sorrento, Positano, Amalfi y Ravello. Si el presupuesto te lo permite, también podés agregar paradas en las islas de Capri e Ischia.
Para poder disfrutar mejor de la Costa Amalfitana, evitá viajar en verano (especialmente julio y agosto), que es cuando el turismo llega en masa y los precios de alojamiento y comida suben estrepitosamente.
Pueblos de Sicilia
Árabes, fenicios, griegos, romanos y otras culturas pasaron por la isla más grande del Mediterráneo dejando su huella, que se puede ver, degustar y escuchar en Sicilia. Cada ciudad, incluso cada pueblo, tiene sus características que los hacen únicos, desde dialectos hasta platos típicos.
Hay muchos pueblos para conocer en Sicilia que parecen salidos de un cuento, por eso creo que amerita un viaje aparte, pero estos son tres que para mí deberían estar en la más alta consideración:
Cefalú (foto de abajo): muy cerca de Palermo, la capital de Sicilia, por lo que podés visitarla como una excursión por el día. La influencia árabe es claramente visible en este pueblo, con su Duomo (catedral) declarado Patrimonio de la Humanidad. No dejes de subir a La Rocca para la mejor vista de los techos de tejas rojas y la bahía.
Siracusa: el casco histórico de Siracusa, en la isla de Ortigia, es uno de los mejores preservados de Sicilia, con legados de su período griego y romano. También es una excelente base para visitar otros pueblos del sureste de la isla, como Ragusa y Noto, donde cuesta asimilar tanta belleza barroca.
Taormina: a pesar de su pequeño tamaño, Taormina es un pueblo cargado de historia, donde se destaca el teatro greco-romano construido alrededor del año 300 con vistas al Monte Etna. Al estar en una colina frente al mar, las vistas son maravillosas, con acantilados que caen abruptamente formando cuevas y pequeñas playas.
Incluido dentro de la selecta lista de “I borghi più belli d'Italia” (los pueblos más lindos de Italia), Castelsardo es una hermosura ubicada en la costa noroeste de la isla de Cerdeña.
El Castillo de Doria es su máximo emblema, ya que el pueblo fue creciendo alrededor de esta construcción que hizo en lo alto de una colina la influyente familia genovesa de los Doria en el siglo XII.
La catedral (Concattedrale di Sant'Antonio Abate), una mezcla de estilos gótico catalán y renacentista, tiene una vista al mar de esas que te quedan grabadas.
Todos los pueblos elegidos los encontrás en borghipiubelliditalia.it
Stintino y Bosa son otros hermosos pueblos mediterráneos en Cerdeña.
Las islas de Grecia son probablemente el primer lugar que viene a la mente cuando pensamos en pueblos del Mediterráneo. De todas ellas, Creta es la más extensa, y Chania uno de sus lugares más pintorescos.
Las calles de Chania son un reflejo de su pasado veneciano y otomano, con un puerto histórico del siglo XIV, una mezquita como las que se ven en Turquía, y un antiguo faro que reúne varias influencias. Además de construcciones con historia, tiene 20 kilómetros de playa que se extienden por la Bahía de Chania.
Oia es el pueblo más fotografiado y publicitado de Santorini (foto de abajo). Sí, ese que viste en miles de fotos de Instagram y promociones de agencias de viajes.
Los atardeceres desde acá, con vista a la Bahía de Ammoudi y a las casitas perfectas construidas en el acantilado volcánico, son ampliamente considerados entre los mejores del mundo, y eso atrae a miles de turistas todas las tardes.
A pesar de su belleza, el pequeño pueblo mediterráneo de Parga no recibe la cantidad de turistas que llegan a los destinos más populares de Grecia, lo que hace que puedas tener una experiencia más real, y por eso lo incluí en la lista por sobre otros más conocidos como los de Mykonos.
Sus principales atractivos son el castillo veneciano con vista al pueblo y sus idílicas playa cercanas: Krioneri, Valtos y Lichnos. Lo mejor es que no vas a tener que buscar un huequito entre cientos de reposeras para disfrutarlas, como pasa en otras.
Si te interesa la idea de pasar un tiempo recorriendo el país, hay muchas vacantes para ser voluntaria/o en Grecia.
Otros pueblos del Mediterráneo en Europa
Hasta acá vimos 20 pueblos del Mediterráneo en los países que más turismo reciben, y aunque ya se que estoy siendo injusta con muchos, hay algunos más que no quiero dejar afuera:
Piran, Eslovenia: aunque es un país con menos de 50 kilómetros de costa, uno de sus pueblos está sin dudas entre los más lindos del Mediterráneo. Como parte del Imperio Veneciano entre los siglos XIII y XVIII, su arquitectura y diseño hacen por momentos creas que estás en un pueblo italiano, salvo por la cantidad de turistas.
Korčula, Croacia (foto de abajo): mientras los turistas van en masa a Dubrovnik, más desde que apareció en Game of Thrones, Korčula, el pueblo principal de la isla de mismo nombre, todavía se mantiene alejado de eso, pero con una belleza comparable que hace que sea apodado “Dubrovnik en miniatura”. Varios senderos y circuitos de bicicleta hacen que recorrer la sila sea un placer.
Himara, Albania: es uno de los destinos más conocidos de la Riviera albanesa, pero al ser un país que todavía no está plagado de turistas esto no es para preocuparse. Al menos por ahora. El agua es color turquesa y esmeralda en sus amplias playas. En el artículo sobre las mejores playas de Albania nombramos dos no tan conocidas que son una maravilla: Potam y Filikuri. Además es uno de los países más baratos de Europa para mochilear.
Hay varias oportunidades para hacer un voluntariado en Albania si querés quedarte un tiempo y ahorrar en alojamiento.
Marsaxlokk, Malta: coloridos luzzus (botes de pescadores) construidos con la misma técnica desde tiempos de los fenicios amarran en el pequeño puerto de Marsaxlokk, un pueblito costero que a pesar de atraer turistas por ahora se salva de los enormes hoteles y construcciones que arruinan el paisaje. Cerca está la famosa pileta natural St Peter’s Pool, rodeada de acantilados de donde muchos saltan al agua transparente.
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Con 19 años, dejé mi trabajo como agente de viajes en Argentina con la idea de viajar durante tres meses. En la primera semana, me di cuenta de que el pasaje de regreso no lo utilizaría, porque el mundo es demasiado grande y la vida, demasiado corta. Quince años después, sigo eligiendo al viaje como estilo de vida.
Co-autora de los libros "Un viaje interior" y "Eliminando fronteras" y del blog de viajes Marcando el Polo.
Conocé más sobre mí en marcandoelpolo.com e Instagram @marcandoelpolo.